“Si el filme que van a ver les parece enigmático e incoherente, también la vida lo es. Es repetitivo como la vida y, como la vida, sujeto a múltiples interpretaciones. El autor declara no haber querido jugar con los símbolos, al menos conscientemente. Quizá la explicación de El ángel exterminador sea que, racionalmente, no hay ninguna.” Luis Buñuel
El ángel exterminador, película mexicana, es una de las tres películas dirigidas por Luis Buñuel, protagonizadas por Silvia Pinal y producidas por su esposo, Gustavo Alatriste. Fue producida después del éxito internacional de Viridiana, con este mismo tandem. La película franco-española de 1972 El discreto encanto de la burguesía (Charme discret de la bourgeoisie) aborda temas similares.
The Exterminating Angel: The Criterion Collection / DVD-Video
Standard 1.33:1 B&W / Production Year: 1962
Studio: Criterion | Año: 1962 | Lanzamiento: 10 DE FEBRERO DE 2009
Length: 94 mins | Number of Discs: 2 | UPC Code: 715515035026
Director: Luis Buñuel
Reparto: Claudio Brook, Silvia Pinal
Video: Standard 1.33:1 B&W
Audio: SPANISH: Dolby Digital Mono
Sinopsis: Un grupo de burgueses de la ciudad de México son invitados a una cena en la mansión de los Nóbile después de asistir a la ópera. Mientras, los sirvientes y los cocineros sienten deseos de abandonar la mansión y se marchan. Al terminar la cena, los invitados se dan cuenta de que no pueden salir de la habitación por una razón que desconocen, aunque no hay aparentemente nada que lo impida. A medida que van pasando los días, el alimento y la bebida escasean, los personajes enferman y la basura se acumula. A partir de ese momento, las buenas costumbres y la cordialidad poco a poco se acaban perdiendo y los burgueses se comportan como auténticos salvajes.
Comentario:
Lo que interesaba a Buñuel de este asunto es la posibilidad de hacer una película de catástrofe, de naufragio, como el evocado por La balsa de la Medusa de Gericault, solo que en un lujoso interior burgués, con el comportamiento refinado de la aristocracia llevado a sus más humillantes límites de degradación. Pero también lo inexplicable de la desgracia, la lucha contra un impedimento desconocido y azaroso.
Se han propuesto explicaciones religiosas o marxistas de esta película, pero en el caso de Buñuel, nunca crea mediante las figuras de la alegoría o la metáfora, sino en todo caso parte de la greguería de Ramón Gómez de la Serna, el ultraísmo o el surrealismo, lo cual rechaza de plano interpretaciones alegóricas. Lo que sí que vemos es la degradación del comportamiento humano ante situaciones límite, incluso en la clase social en que presuntamente las normas de cortesía son más cultivadas.
Pero hay que tener en cuenta también el humor y el esperpento. Así, cuando por fin pueden salir, tras haber curiosamente conseguido estar todos y cada uno en la misma exacta postura en que comenzó la trágica encerrona y tocar la misma sonata de Paradisi que se interpretó en la recepción primera, van todos exultantes a una misa de Te Deum, y al finalizar el rito, de nuevo la inexplicable situación de que no pueden salir de la iglesia. Pero ahora ya no son una decena, sino centenas quienes están atrapados, y como antes Buñuel les permitió que llegaran corderos que, sacrificados, fueron sabroso ternasco a su hambruna, ahora, y en el plano final, vemos zigzaguear en su auxilio a todo un rebaño ovino, mientras que la policía reprime a balazos unas manifestaciones de protesta que casualmente están sucediendo en el exterior, y la banda sonora emite campanadas, balazos y esquilas sobre la impresión de la palabra "fin".
El director usó en esta película sistemáticamente las repeticiones de secuencias, aunque no idénticas. A pesar de que en muchas ediciones se han cortado creyendo erróneamente que constituían defectos de montaje, estas son plenamente conscientes. Nada más comenzar la película vemos a todos los invitados que vienen de la ópera entrar en la mansión de Nóbile. Y entran dos veces. Pero con sutiles diferencias. En una secuencia el punto de vista de la cámara en el plano en que atraviesan la puerta de entrada es en un acentuado picado y en otra, en claro contrapicado. Del mismo modo vemos a las criadas, que, a la vez van saliendo de la casa, sin ningún motivo aparente, salir dos veces y esconderse de nuevo en sendas ocasiones al ver la llegada de los burgueses a la cena; el brindis es propuesto dos veces por el anfitrión... más de una decena de estas repeticiones, que dan un ritmo extraño y poético al film, podrían contarse.
En cuanto a los detalles de los diálogos, ha de tenerse en cuenta que es una película ideada enteramente por Buñuel, aunque colaboraba siempre con un guionista "escritor". Por ello está el film trufado de bromas privadas y recuerdos de juventud, sueños de la etapa surrealista y chistes habituales de sus conversaciones. Se permitió incluir uno de los gags de su etapa de Hollywood, escrito en mayo de 1944 (y registrado por Buñuel en la Screen Writers Guild con el número 30.454 en fecha de 14 de noviembre de 1945) con destino a una película de Robert Florey titulada The beast with five fingers (1947).
Más
Tras el éxito en Cannes de Viridiana, a Buñuel se le permitió volver a rodar una película con entera libertad, aunque no con todos los medios económicos que hubiera deseado. Y todo ello porque El ángel exterminador es un retrato de la alta burguesía, y Buñuel se quejó en sus memorias de lo parco que hubo de ser en cuanto a diseño de producción en esta película en particular:
"A veces he lamentado haber rodado en México El Ángel exterminador. Lo imaginaba más bien en París o en Londres, con actores europeos y un cierto lujo en el vestuario y los accesorios. En México, pese a mis esfuerzos por elegir actores cuyo físico no evocara necesariamente a México, padecí una cierta pobreza en la mediocre calidad de las servilletas, por ejemplo: no pude mostrar más que una. Y esa era de la maquilladora, que me la prestó." Luis Buñuel, Mi último suspiro, Barcelona, Plaza y Janés, 1982. pág. 288
La película presenta uno de los temas favoritos de Buñuel: el de las repeticiones. "Creo haber sido el primero en emplearlas en el cine. La entrada de los invitados en la lujosa mansión de los Nóbile y la subida por la escalera al piso superior la repetí dos veces consecutivas, sin otra variación que una toma en picado y otra en contrapicado. Cuando terminó de hacerse la copia, el fotógrafo Gabriel Figueroa vino a verme alarmado y me dijo «Oiga usted, la copia no está bien, una escena se repite.» Le dije: «Pero Gabriel, el montaje lo hago siempre yo mismo. Además usted filmaba conmigo y sabe que en la repetición usamos otro encuadre. Es una repetición voluntaria...» «Ah, ya veo», dijo, pero en verdad estaba asustado."
Además de la doble entrada de los invitados, en El ángel exterminador existen un gran número de situaciones duplicadas. "La repetición me atrae, tiene un efecto hipnótico. En la película hay como veinte repeticiones. Unas se notan menos que otras."
Acerca del enigmático título de la película Buñuel comenta: "Yo primero pensé que el título tenía una relación subterránea con el argumento, aunque no sabía cuál. A posteriori lo he interpretado así: los hombres cada vez se entienden menos entre sí. Pero ¿por qué no se entienden? ¿Por qué no salen de esta situación? En la película es lo mismo: ¿Por qué no llegan juntos a una solución para salir de su encierro?"
El título de la película está inspirado en una idea de José Bergamín. Al principio se iba a titular Los náufragos de la calle Providencia, pero Bergamín le comentó que quería titular una obra teatral El ángel exterminador, y Buñuel, entusiasmado, le pidió prestado el título a lo que Bergamín respondió que no era suyo, sino de una obra muy antigua, el Apocalipsis de la Biblia.
Crítica
Me parece una película genial. No creo que haya que buscarle significados ocultos. Se puede hablar del significado del encierro pero no creo que sea lo más importante. A mi me recuerda a los cuentos de Cortázar en los que se parte de un elemento fantástico y se observa como reacciona la gente. Hay un elemento de choque que desarma a las personas y se descubre cómo son. También tiene elementos surrealistas que me hicieron morirme de risa.
La relación con Cortázar no creo que sea casual, no sé cuanto se conocían pero se que Buñuel quiso hacer una película del cuento Las Menades que al final no pudo hacer.
Estoy de acuerdo en la futilidad de andarle buscando significados al Angel Exterminador. El inexplicable encierro de los personajes es sólo un planteamiento fantástico que permite a Buñuel la libertad formal que precisa para desarrollar su verdadero objetivo: las imágenes surrealistas (la pata de pollo en el bolso, las ovejas en el recibidor) y el seguimiento morbososo, casi un perverso regodeo, de las bajezas humanas. No es necesario haber estudiado muy a fondo a Buñuel para reconocer en estos detalles los nodos vigorizadores de toda la película. Por supuesto, si consideramos la naturaleza esencial del surrealismo, no podemos dudar de que Buñuel era plenamente consciente de las multiples sugerencias que su propuesta podía inspirar en el espectador. Podemos afirmar muy serios, si nos da por ahí, que el bloqueo de los personajes está intimamente relacionado con sus propias represiones, por ejemplo. La reticencia inicial a reconocer lo extraño de su situación, refugíandose en una forzada cortesía -todos encuentran motivos justificables para prolongar absurdamente la velada- sería una buena prueba de ello. Conforme lo fantástico va paulatinamente asimilándose con lo real, el reverso más oscuro y primario de los retenidos comenzará a revelarse en toda su crudeza. Sin embargo, éste mismo desarrollo psicológico podemos encontrarlo en cualquier mediocre telefilme de naufragos, secuestros o supervivientes de siniestros. El verdadero valor de Buñuel -aquel que nos incitará a buscarle significados que no buscaríamos al telefilme- reside en su planteamiento estético. El detallismo escatológico, la sensualidad carnal y degradante, la eterna y desgastante lucha interior entre el vicio y la moral. Pero todo ello simpre subordinado a sus obsesiones formales, porque Buñuel es de esos autores con la suficiente flexibilidad intelectual para permitir que sea la forma le que le dicte los temas.
FUENTES: DVDEmpire.com
http://es.wikipedia.org/wiki/El_%C3%A1ngel_exterminador
Mecanismo sacrificial en El ángel exterminador de Luis Buñuel
http://www.filosofia.net/materiales/num ... num15a.htm
http://www.nodo50.org/pretextos/bunuel.htm
http://cinemexicano.mty.itesm.mx/pelicu ... nador.html
http://www.taringa.net/posts/tv-pelicul ... B1uel.html
http://www.psicofxp.com/forums/filosofi ... nador.html
http://foro.elaleph.com/viewtopic.php?t=8427
http://www.dvdbeaver.com/film/DVDReview ... gangel.htm
El ángel exterminador, película mexicana, es una de las tres películas dirigidas por Luis Buñuel, protagonizadas por Silvia Pinal y producidas por su esposo, Gustavo Alatriste. Fue producida después del éxito internacional de Viridiana, con este mismo tandem. La película franco-española de 1972 El discreto encanto de la burguesía (Charme discret de la bourgeoisie) aborda temas similares.
The Exterminating Angel: The Criterion Collection / DVD-Video
Standard 1.33:1 B&W / Production Year: 1962
Studio: Criterion | Año: 1962 | Lanzamiento: 10 DE FEBRERO DE 2009
Length: 94 mins | Number of Discs: 2 | UPC Code: 715515035026
Director: Luis Buñuel
Reparto: Claudio Brook, Silvia Pinal
Video: Standard 1.33:1 B&W
Audio: SPANISH: Dolby Digital Mono
Sinopsis: Un grupo de burgueses de la ciudad de México son invitados a una cena en la mansión de los Nóbile después de asistir a la ópera. Mientras, los sirvientes y los cocineros sienten deseos de abandonar la mansión y se marchan. Al terminar la cena, los invitados se dan cuenta de que no pueden salir de la habitación por una razón que desconocen, aunque no hay aparentemente nada que lo impida. A medida que van pasando los días, el alimento y la bebida escasean, los personajes enferman y la basura se acumula. A partir de ese momento, las buenas costumbres y la cordialidad poco a poco se acaban perdiendo y los burgueses se comportan como auténticos salvajes.
Comentario:
Lo que interesaba a Buñuel de este asunto es la posibilidad de hacer una película de catástrofe, de naufragio, como el evocado por La balsa de la Medusa de Gericault, solo que en un lujoso interior burgués, con el comportamiento refinado de la aristocracia llevado a sus más humillantes límites de degradación. Pero también lo inexplicable de la desgracia, la lucha contra un impedimento desconocido y azaroso.
Se han propuesto explicaciones religiosas o marxistas de esta película, pero en el caso de Buñuel, nunca crea mediante las figuras de la alegoría o la metáfora, sino en todo caso parte de la greguería de Ramón Gómez de la Serna, el ultraísmo o el surrealismo, lo cual rechaza de plano interpretaciones alegóricas. Lo que sí que vemos es la degradación del comportamiento humano ante situaciones límite, incluso en la clase social en que presuntamente las normas de cortesía son más cultivadas.
Pero hay que tener en cuenta también el humor y el esperpento. Así, cuando por fin pueden salir, tras haber curiosamente conseguido estar todos y cada uno en la misma exacta postura en que comenzó la trágica encerrona y tocar la misma sonata de Paradisi que se interpretó en la recepción primera, van todos exultantes a una misa de Te Deum, y al finalizar el rito, de nuevo la inexplicable situación de que no pueden salir de la iglesia. Pero ahora ya no son una decena, sino centenas quienes están atrapados, y como antes Buñuel les permitió que llegaran corderos que, sacrificados, fueron sabroso ternasco a su hambruna, ahora, y en el plano final, vemos zigzaguear en su auxilio a todo un rebaño ovino, mientras que la policía reprime a balazos unas manifestaciones de protesta que casualmente están sucediendo en el exterior, y la banda sonora emite campanadas, balazos y esquilas sobre la impresión de la palabra "fin".
El director usó en esta película sistemáticamente las repeticiones de secuencias, aunque no idénticas. A pesar de que en muchas ediciones se han cortado creyendo erróneamente que constituían defectos de montaje, estas son plenamente conscientes. Nada más comenzar la película vemos a todos los invitados que vienen de la ópera entrar en la mansión de Nóbile. Y entran dos veces. Pero con sutiles diferencias. En una secuencia el punto de vista de la cámara en el plano en que atraviesan la puerta de entrada es en un acentuado picado y en otra, en claro contrapicado. Del mismo modo vemos a las criadas, que, a la vez van saliendo de la casa, sin ningún motivo aparente, salir dos veces y esconderse de nuevo en sendas ocasiones al ver la llegada de los burgueses a la cena; el brindis es propuesto dos veces por el anfitrión... más de una decena de estas repeticiones, que dan un ritmo extraño y poético al film, podrían contarse.
En cuanto a los detalles de los diálogos, ha de tenerse en cuenta que es una película ideada enteramente por Buñuel, aunque colaboraba siempre con un guionista "escritor". Por ello está el film trufado de bromas privadas y recuerdos de juventud, sueños de la etapa surrealista y chistes habituales de sus conversaciones. Se permitió incluir uno de los gags de su etapa de Hollywood, escrito en mayo de 1944 (y registrado por Buñuel en la Screen Writers Guild con el número 30.454 en fecha de 14 de noviembre de 1945) con destino a una película de Robert Florey titulada The beast with five fingers (1947).
Más
Tras el éxito en Cannes de Viridiana, a Buñuel se le permitió volver a rodar una película con entera libertad, aunque no con todos los medios económicos que hubiera deseado. Y todo ello porque El ángel exterminador es un retrato de la alta burguesía, y Buñuel se quejó en sus memorias de lo parco que hubo de ser en cuanto a diseño de producción en esta película en particular:
"A veces he lamentado haber rodado en México El Ángel exterminador. Lo imaginaba más bien en París o en Londres, con actores europeos y un cierto lujo en el vestuario y los accesorios. En México, pese a mis esfuerzos por elegir actores cuyo físico no evocara necesariamente a México, padecí una cierta pobreza en la mediocre calidad de las servilletas, por ejemplo: no pude mostrar más que una. Y esa era de la maquilladora, que me la prestó." Luis Buñuel, Mi último suspiro, Barcelona, Plaza y Janés, 1982. pág. 288
La película presenta uno de los temas favoritos de Buñuel: el de las repeticiones. "Creo haber sido el primero en emplearlas en el cine. La entrada de los invitados en la lujosa mansión de los Nóbile y la subida por la escalera al piso superior la repetí dos veces consecutivas, sin otra variación que una toma en picado y otra en contrapicado. Cuando terminó de hacerse la copia, el fotógrafo Gabriel Figueroa vino a verme alarmado y me dijo «Oiga usted, la copia no está bien, una escena se repite.» Le dije: «Pero Gabriel, el montaje lo hago siempre yo mismo. Además usted filmaba conmigo y sabe que en la repetición usamos otro encuadre. Es una repetición voluntaria...» «Ah, ya veo», dijo, pero en verdad estaba asustado."
Además de la doble entrada de los invitados, en El ángel exterminador existen un gran número de situaciones duplicadas. "La repetición me atrae, tiene un efecto hipnótico. En la película hay como veinte repeticiones. Unas se notan menos que otras."
Acerca del enigmático título de la película Buñuel comenta: "Yo primero pensé que el título tenía una relación subterránea con el argumento, aunque no sabía cuál. A posteriori lo he interpretado así: los hombres cada vez se entienden menos entre sí. Pero ¿por qué no se entienden? ¿Por qué no salen de esta situación? En la película es lo mismo: ¿Por qué no llegan juntos a una solución para salir de su encierro?"
El título de la película está inspirado en una idea de José Bergamín. Al principio se iba a titular Los náufragos de la calle Providencia, pero Bergamín le comentó que quería titular una obra teatral El ángel exterminador, y Buñuel, entusiasmado, le pidió prestado el título a lo que Bergamín respondió que no era suyo, sino de una obra muy antigua, el Apocalipsis de la Biblia.
Crítica
Me parece una película genial. No creo que haya que buscarle significados ocultos. Se puede hablar del significado del encierro pero no creo que sea lo más importante. A mi me recuerda a los cuentos de Cortázar en los que se parte de un elemento fantástico y se observa como reacciona la gente. Hay un elemento de choque que desarma a las personas y se descubre cómo son. También tiene elementos surrealistas que me hicieron morirme de risa.
La relación con Cortázar no creo que sea casual, no sé cuanto se conocían pero se que Buñuel quiso hacer una película del cuento Las Menades que al final no pudo hacer.
Estoy de acuerdo en la futilidad de andarle buscando significados al Angel Exterminador. El inexplicable encierro de los personajes es sólo un planteamiento fantástico que permite a Buñuel la libertad formal que precisa para desarrollar su verdadero objetivo: las imágenes surrealistas (la pata de pollo en el bolso, las ovejas en el recibidor) y el seguimiento morbososo, casi un perverso regodeo, de las bajezas humanas. No es necesario haber estudiado muy a fondo a Buñuel para reconocer en estos detalles los nodos vigorizadores de toda la película. Por supuesto, si consideramos la naturaleza esencial del surrealismo, no podemos dudar de que Buñuel era plenamente consciente de las multiples sugerencias que su propuesta podía inspirar en el espectador. Podemos afirmar muy serios, si nos da por ahí, que el bloqueo de los personajes está intimamente relacionado con sus propias represiones, por ejemplo. La reticencia inicial a reconocer lo extraño de su situación, refugíandose en una forzada cortesía -todos encuentran motivos justificables para prolongar absurdamente la velada- sería una buena prueba de ello. Conforme lo fantástico va paulatinamente asimilándose con lo real, el reverso más oscuro y primario de los retenidos comenzará a revelarse en toda su crudeza. Sin embargo, éste mismo desarrollo psicológico podemos encontrarlo en cualquier mediocre telefilme de naufragos, secuestros o supervivientes de siniestros. El verdadero valor de Buñuel -aquel que nos incitará a buscarle significados que no buscaríamos al telefilme- reside en su planteamiento estético. El detallismo escatológico, la sensualidad carnal y degradante, la eterna y desgastante lucha interior entre el vicio y la moral. Pero todo ello simpre subordinado a sus obsesiones formales, porque Buñuel es de esos autores con la suficiente flexibilidad intelectual para permitir que sea la forma le que le dicte los temas.
FUENTES: DVDEmpire.com
http://es.wikipedia.org/wiki/El_%C3%A1ngel_exterminador
Mecanismo sacrificial en El ángel exterminador de Luis Buñuel
http://www.filosofia.net/materiales/num ... num15a.htm
http://www.nodo50.org/pretextos/bunuel.htm
http://cinemexicano.mty.itesm.mx/pelicu ... nador.html
http://www.taringa.net/posts/tv-pelicul ... B1uel.html
http://www.psicofxp.com/forums/filosofi ... nador.html
http://foro.elaleph.com/viewtopic.php?t=8427
http://www.dvdbeaver.com/film/DVDReview ... gangel.htm
También salió esta otra.
Simón del Desierto es un mediometraje dirigido por el realizador español nacionalizado mexicano Luis Buñuel en 1965, sobre una novela del propio Buñuel.
Simon Of The Desert: The Criterion Collection / DVD-Video
Production Year: 1965
Studio: Criterion | Production Year: 1965 | Release Date: 2/10/2009 | Length: 45 mins
Director: Luis Buñuel
Reparto: Claudio Brook, Silvia Pinal
Features:
A Mexican Bunuel (1995), 50-minute documentary by Emilio Maille
New interview with actress Silvia Pinal
New and improved English subtitle translation
PLUS: A booklet featuring a new essay by critic Michael Wood and a reprinted interview with Bunuel
Audio: SPANISH: Dolby Digital Mono
Subtitles: English
Sinopsis: El estilita Simón, discípulo de Simeón el Estilita, se ha mantenido en penitencia de pie sobre una nueva columna de ocho metros durante más de seis años. Un mutilado, un enano y sus cabras y un joven monje lo rodean. Un rico devoto le obsequia una mejor columna y Simón realiza el milagro de devolverle las manos al mutilado. Durante varios días, Simón continúa en penitencia mientras el diablo se le aparece tratando de tentarlo siempre encarnado en una bellísima mujer. El monje Trifón viene a perturbar la repartición de víveres. El diablo tienta de nuevo a Simón. Al final, el diablo se lleva a Simón a un viaje con destino a un cabaret de la ciudad de Nueva York y le ordena quedarse allí.
Comentario:
Simón del Desierto es un mediometraje de Luis Buñuel. Dura 46 minutos y es una obra inacabada del genio de Calanda. Qué más se puede decir de esta comedia histórica. Pues que en ella se retrata la historia de Simón, un asceta del siglo IV que, cual Jesucristo redivivo aspira a ser digno de Dios siguiendo un camino de ayuno y oración. Lo que envuelve al iluminado, es un séquito de monjes que lo adoran y unas cuantas gentes (reseñables son el pastor enano y una anciana taciturna). De entre todo esto surgen situaciones cómicas basadas en los prejuicios religiosos y la confrontación de vivir asumiendo el protocolo de Dios. Lo mejor de la película, inclasificable de todas todas, es ver a Silvia Pinal en el papel de Satanas, tentando de varias formas (muy curiosas todas) a Simón.
Que se esconde por debajo de esta obra. Pues en 1965 Buñuel ya era un genio sin parangón, reconocido en todos los lugares menos en España. Tras su inicial etapa surrealista francesa, y la posterior época mejicana, que se alargaría muchísimos años, Buñuel empezó a rodar desde mediados de los 50 a caballo entre ambos países, firmando obras para productoras francesas y para la Estudios Nacionales mejicanos. No se puede hablar de un declive en su obra, pues pocos años después vendrían Belle de jour, La vía láctea o El discreto encanto de la burguesía.
Silvia Pinal me ha enamorado con esta película. Elegir a una mujer como ella para encarnar al demonio, y hacerlo en forma de colegiala con ligueros, de pastor (que no pastora) con una barba postiza (¡y chuta a una oveja como en La edad de oro, a un perro!) o salida de un ataud que llega arrastrándose solo, mostrando un pecho cual Dafne cachonda, es impagable.
El sentido del humor de Buñuel es increible. Su odio por la Iglesia es tan visceral y tan argumentado que roza lo obvio. Habla de praxis y ascetismo, se ríe de sus dogmas, y al igual que en El anticristo de Nietzsche, nos señala que el catolicismo es una antítesis de la vida, una búsqueda de la antifelicidad.
Simón, a través de sus pensamientos, nos señala su existencia carnal, sus deseos de felicidad, y su privación consciente nos viene a indicar la estupidez de la religión. Una fe basada en la negación que, incomprensiblemente triunfa entre la masa.
Con un final chocante en donde se nos pinta un infierno sesentero aparece una reflexión increible sobre la vida y el placer, y se retrata a Simón en la figura de otro hombre, que fuma en pipa, y donde Claudio Brook, al igual que su alter ego ascético, desdeña la diversión y la felicidad.
Simón: ¿Cómo se llama ese baile?
Satán: "Carne radiactiva" Es lo último... ¡Y el último!
Diría que junto con La jetée, de Chris Marker (1962), es el mejor mediometraje que he visto jamás.
Una obra maestra del humor inteligente. Ved, ved La vida de Brian y buscad diferencias (la principal: aquí hay praxis).
FUENTES DVDEmpire.com
http://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_del_desierto
http://boyardosenfadados.blogspot.com/2 ... -1965.html