domingo, 28 de febrero de 2010

Cine Catástrofe: Terremotos y otras yerbas

Estamos presenciando durante los últimos años catástrofes de proporciones épicas. Tsunamis, huracanes, grandes nevadas y ahora terremotos !!!
Según los registros, entre el año 500 y el 1900 solamente hay documentados aprox. unos 25 terremotos en todo el mundo (debe haber habido cientos en realidad), de los cuales en muchos casos ni siquiera se sabe de cuanta fuerza fueron. Claro, el mundo estaba desconectado. No había radio ni televisión, creo que el diario surgió recién en el siglo XIX e internet, bueno, debía ser un elemento de ciencia ficción de alguna novela extraña que nadie compró.
A partir del 1900 se empiezan a registrar los eventos con mucha más exactitud y podemos describir brevemente algunos de los terremotos más fuertes y mortales de los últimos 100 años (Se han producido 358.214 terremotos de mayor o menor intensidad entre 1963 y 1998):

1906 18/4 - San Francisco, USA - 8,6 - 13.700 muertos y 28.000 edificios destruidos.
1906 16/8 - Valparaíso, Chile - 8,6 - 26.200 muertos
1908 28/12 - Mesina, Italia - 7,5 - 120.000 muertos (vaya Día de los Inocentes) :x
1915 13/1 - Avezzano, Italia - 7,0 - 35.917 muertos
1920 20/12 - Kansu, China - 8,5 - 180.000 muertos
1922 11/11 - San Juan, Argentina - 8,5 - 80.000 muertos aprox. no existen cifras exactas
1923 1/9 - Tokio, Japón - 8,3 - 231.000 muertos y más de la mitad de Tokio destruida. Cifras más realistas colocan el total aproximado en 310.000 fallecidos
1923 1/10 - Kwato, Japón - 8,2 - 143.000 muertos
1939 24/1 - Chillán, Chile - 8,3 - 40.000 muertos
1939 26/12 - Erzincán, Turquía - 7,9 - 74.000 muertos
1940 24/5 - Lima, Perú - 8,0 - Daños severos y más de 1.000 muertos
1942 4/3 - Japón - ?,? - 82.000 muertos
1944 15/1 - San Juan, Argentina - 7,8 - Van desde 1.000 a 20.000 muertos. Algunas cifras alcanzan 40.000
1952 4/3 - Hokkaido, Japón - ?,? - Aprox. 8.233 muertos
1960 - 22/5 - Valdivia, Chile - 9,6 (El más grande registrado) - 2.000 muertos en Chile, y más 3.000 en las costas de Océano Pacífico, con 2.000.000 de damnificados. Se llega a una cifra aproximada de 7.000 a 10.000 muertos.

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Daños producidos por el terremoto del año 1960 en Valdivia, Chile, el sismo más fuerte registrado en la historia de la humanidad, con 9,6 grados en la escala de Richter.

De aquí salto a los '70...
1970 31/5 - Ancash, Perú - 7,9 - Más de 80.000 muertos, la cifra real quizá exceda los 100.000
1973 28/8 - Orizaba Veracruz, México - 7,5 - De 1,000 a 1,200 muertos
1974 3/10 - Lima, Perú - 7,5 - Casi 300 muertos
1976 28/7 - Tangshan, China - 7,8 - 242.000 muertos. Actualmente se maneja la cifra de 760.000 víctimas, siendo considerado el terremoto más mortífero de los últimos tiempos.
Saltamos a los '80...
1985 3/3 - Zona Central de Chile - 7,8 - 585 muertos, 3.000 heridos, aproximadamente 1.000.000 de damnificados.
1985 19/9 - Lázaro Cárdenas, Michoacán, México - 8,9 - La cifra del Gobierno fue de 9,500 muertos; sin embargo, se cree que pudieron llegar a ser más de 45,000 sólo en la Ciudad de México.
1987 7/3 - El Reventador, Napo, Ecuador - 6,9 - 25.000 muertos (4.000 desaparecidos), grave daño a la industria petroquímica.
Saltamos a los '90...
1992 22/3 - Erzincan, Turquía - 6,2 - 762 muertos, 2.600 heridos, 150,000 damnificados.
1995 17/1 - Kobe, Japón - 7,2 - Más de 6.500 muertos, 38.000 heridos y más de 10.000 edificios destruidos
1999 17/8 - Oeste de Turquía - 7,4 - 35.000 muertos y 17,554 desaparecidos, pero cifras extraoficiales la elevan hasta 80.000
1999 21/9 - Taiwán - 7,6 - 27.000 muertos, cifras recientes elevaron las muertes hasta 44.200

Pasamos al Siglo XXI...
2001 26/1 - India - 7,9 - Entre 19.000 y 22.000 muertos según cifras oficiales. La cifra final alcanza 23.000 fallecidos.
2001 23/6 - Ocoña, Arequipa, Perú - 6,9-8,4 - 240 muertos, cientos de heridos y más de 460,000 damnificados, grandes daños a la arquitectura tradicional local.
2003 21/1 - Frente a las costas de Armeria, Colima, México - 7,6 - 66 muertos, 2.400 heridos y más de 100,000 damnificados.
2004 26/12 - Frente al Norte de la isla de Sumatra, Indonesia - 9,0 - El tsunami generado por la magnitud del sismo causó más de 289.000 muertos (otra cifra la extiende hasta 400,000) en Sri Lanka, islas Maldivas, India, Tailandia, Malasia, Bangladesh y Myammar (antigua Birmania). También resultó afectado el lado oriental de África. Una cifra superior a 50.000 casas quedaron destruidas. Es uno de los cinco peores temblores de tierra conocidos desde 1900.
2005 13/6 - I Región de Chile (Iquique) - 7,9 - 22 muertos, 230 heridos, alrededor de 15,000 damnificados.
2005 8/10 - Cerca de Islamabad, Pakistán - 7,6 - La cifra final puede llegar a 126,000 muertos (112,000 en Pakistán), el resto en Afganistán y la India. Confirmados 453,000 heridos y más de 4,300,000 damnificados sólo en Pakistán.
2007 15/8 - Oeste de Pisco, Perú - 8,0 - Cifra final de 1.000 fallecidos (600 muertos y 400 desaparecidos confirmados), alrededor de 2.800 heridos graves. Más de 410.000 damnificados y miles de dólares en daños materiales.
2007 14/11 - A 101 km al Noroeste de Calama, en la localidad de Quillagua, Chile - 7,7 - Cifras oficiales del 15 de noviembre de 2007 indican 2 muertos, alrededor de 174 heridos graves.
2008 12/5 - Se localizó en Wenchuan, China - 7,8 - Se confirman más de 78.676 muertos y 19,671 desaparecidos en el epicentro y provincias vecinas, alcanzando un total de 90.000 víctimas.
2009 6/4 - L'Aquila, Abruzos (Italia) - 6,3 - Miles de edificios destruidos, 294 muertos.
2010 12/1 - Port Au Prince (Puerto Príncipe), Haití - 7,3 - 222,517 muertes (Oficial)
2010 27/2 - A 97 km (aprox) de Concepción, Chile. Costas de la VIII Región del Biobío. - 8,8 - Daños y muertos sin números definitivos.

Ahora bien, a donde va todo esto... (y claro, este es un Foro de DVD, no un noticiero ni el History Channel)

A que por otro lado tenemos al Cine Catástrofe, subgénero del cine más comercial y pochoclero que todos conocemos y que tuvo su gran auge en la década de los '70 con el clásico Terremoto (1974) en donde el argumento gira en torno a un catastrófico terremoto que destruye la mayor parte de la ciudad de Los Ángeles, California, llegando a un 9,9 en la escala Richter.. Sin embargo, las mejores películas del género se han hecho a mi gusto a partir de los '90. Títulos como Twister (1996), Volcano (1997), El día después de mañana (2004) y 2012 (2009) sin duda son irresistiblemente atractivos para las videotecas de muchos de nosotros.

La Cadena Hallmark ha realizado un par de producciones, una de 1999 en la que participa una jovéncita llamada Jennifer Garner y otra llamada 10.5 (2004) en donde participan Kim Delaney (actriz que coprotagonizó CSI: Miami junto a Horatio Caine durante la mitad de la primera temporada para que luego se la tragara la tierra casi literalmente) :twisted: y Kaley Cuoco (la rubia de The Big Bang Theory). 10.5 tuvo una secuela !!! 10.5: Apocalypse (2006) (TV) nuevamente con Kim Delaney y en este caso con nuevas figuras como Carly Pope (la flaquita morocha de Popular), Melissa Sue Anderson (Mary Ingalls de La Familia Ingalls) y hasta Frank Langella (The Ninth Gate).

Aftershock: Earthquake in New York (1999) / 10.5 (2004) (TV)
Category 6: Day Of Destruction (2004) / 10.5: Apocalypse (2006) (TV)

Luego tenemos producciones MAS baratas como Epicenter (2000) con Jeff Fahey (el piloto de LOST) y Tracy Lords (aquella actriz porno que en los '80 fuera la mejor de todas con solo 16 dulces añitos) y California Quake (2000). El MEGA Studio de Cine Catástrofe y de copia barata Asylum Home Entertainment nos trajo en 2009 Megafault con la recientemente fallecida Brittany Murphy en el papel protagónico.

Y por últimos están las producciones televisivas de los canales científicos...

Bueno, ese fue un breve repaso por las máximas producciones de Cine y Television del género Cine Catástrofe y disculpen si alguno se siente ofendido porque "aproveche" de alguna manera una catástrofe para divulgar algo de conocimiento, lo único que puedo decir que plasma yo no tengo. :twisted:

ENLACES:
http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto
http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_ ... co_de_1906 (USA)
http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_ ... so_de_1906 (Chile)
http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_de_San_Juan_1944 (Argentina)
http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_ ... ia_de_1960 (Chile)
http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_ ... ca_de_2009 (Costa Rica)
http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_ ... AD_de_2010 (Haití)
http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_de_Chile_de_2010 (Chile)
http://es.wikipedia.org/wiki/Grandes_te ... _del_mundo / http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Terr ... ificativos

Pucha, estaba armado la segunda parte de este informe cuando se me cortó la luz. Lo que yo me preguntaba es si el Cine Catástrofe no tuvo ningún antecedente de relevancia entre 1930 y 1970 y la respuesta es que si, y vamos a repasar algunos de esos títulos.

La primera:
Las películas de catástrofes son tan antiguas como el cine mismo, aunque su presencia no ha sido tan regular como uno podría suponer. Una de las primeras cintas de desastres de la historia es Fire! (1901) dirigida por James Williamson. La película era un retrato del incendio de una casa y la experiencia de los bomberos que llegaban a enfrentarse al siniestro y a rescatar a los habitantes. Un relato simple, pero bastante acogedor para la audiencia de la época.


Deluge (1933) - Director: Felix E. Feist

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Esta fue la segunda película de Felix E. Feist (1910-1965) quien dirigió cerca de 50 películas de cine entre 1932 y 1955. En su filmografía se destaca la Midnite Movie de 1953 Donovan's Brain. La otra película que puedo destacar de este director es The Big Trees (1952) en donde Kirk Douglas peleaba por unos sequoias.

Deluge se creía perdida por muchos años hasta que apareció una copia doblada al italiano de la que existen estos fragmentos en Youtube:
















La escena de la inundación de New York es muy similar a la de la película El día después de mañana (2004) como pueden ver en la comparación realizada en el último clip que puse.

La película de 1939, S.O.S. Tidal Wave usaba fragmentos de Deluge. Creo que es lo único memorable de aquella producción.






En Deluge una eclipse solar provoca una ola masiva que arrasa Nueva York, eso es basicamente el arguemento de la película, un argumento Emmerichiano como diríamos los fanáticos de Roland Emmerich, quien me parece que le debe más de una idea a la película de Felix E. Feist .

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Esta película era propiedad de la RKO, que por aquella época había tenido un éxito tremendo con King Kong y buscaba películas de este tipo para ganar plata.
El grueso de la producción fantástica en los años 30 es de la cinematografía norteamericana. Los estudios de Hollywood a partir de la depresión (de 1927 a 1930) son dominados por las llamadas cinco “mayors”: Paramount, Fox, Metro Goldwyn Mayer, Warner Bros y RKO; y 3 productoras menos importantes o “minors”: Universal, Columbia y United Artits. Debido al éxito comercial de las producciones fantásticas de la Universal, todas las otras productoras americanas producen y distribuyen films fantásticos.

Otras películas fundamentales dentro de los orígenes del genero son Night and Ice (1912), la cual narraba el hundimiento del Titanic; Atlantis (1913), la cual también tenia como tema el suceso del Titanic; Noah’s Ark (1928), que como su nombre indica narraba la historia bíblica sobre la gran inundación; King Kong (1933), y The Last Days of Pompeii (1935), la cual se enfocaba en la erupción del monte Vesubio en el año 79 DC.

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San Francisco (1936) con Clark Gable, Jeanette MacDonald y Spencer Tracy.

La cinta de John Ford, The Hurricane (1937), no era una película de catástrofes en sí, pero concluía con una escena bastante sorprendente de una ciclón tropical que destruía prácticamente una isla imaginaria en el pacifico del sur. El drama San Francisco (1936) fue un poco más realista en ese sentido, ya que narraba el histórico terremoto que sacudió a dicha ciudad en 1906, mientras que In Old Chicago (1937) recreo lo que fue El Gran Fuego de Chicago, el cual causó estragos a lo largo de la ciudad en 1871.

Hurricane (1937, John Ford) con Dorothy LAmour y Mary Astor

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In Old Chicago (1937) con Tyrone Power, Alice Faye y Don Ameche

Colorario:
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DELUGE fue el precursor del cine catástrofe (mucho antes de SAN FRANCISCO, la película sobre el terremoto con Clark Gable) ya que un eclipse solar se ve acompañado por una gigantesca ola (tsunami dirían los japoneses) que barre con Nueva York y solo deja con vida a tres personas. Dos mujeres y el hombre que ambas desean, intentan sobrevivir y reconstruir su vida después de la crisis.

ENLACES Y ARTICULOS RECOMENDADOS:
http://en.wikipedia.org/wiki/Deluge_(film)
http://en.wikipedia.org/wiki/Felix_E._Feist
DELUGE (1933) http://www.aycyas.com/deluge.htm
¿Cine Fantástico en los años '30? http://www.quintadimension.com/article178.html
Aniquilación Urbana: Nueva York http://www.35milimetros.org/?p=3301
Especial Cine de Catastrofes: Orígenes del Genero http://vivacity.pe/cine/2009/11/11/espe ... el-genero/
EL CINE FANTÁSTICO DE LOS AÑOS 30 - PRODUCCIONES NORTEAMERICANAS http://cdecine.blogspot.com/2009/06/el- ... os-30.html
http://www.doctormacro1.info/Movie%20Su ... ncisco.htm (Fotos de San Francisco [1936])
http://www.doctormacro1.info/Movie%20Su ... hicago.htm (Fotos de In Old Chicago [1937])
http://www.dvdbeaver.com/film/DVDReview ... review.htm (DVD Review de San Francisco)
http://www.dvdbeaver.com/film/DVDReview ... review.htm (DVD Review de In Old Chicago)

Otras películas que pueden ser consideradas dentro del género, aunque de una manera más alejada, son las películas de ciencia-ficción de los años cincuenta. Inspiradas por el fin de la segunda guerra mundial y el inicio de la era atómica, estas cintas mostraron también catástrofes, aunque provocadas por fuerzas ajenas a la naturaleza. Algunas por mencionar son When Worlds Collide (1953), The War of the Worlds (1953) y Godzilla, King of the Monsters! (1956), las cuales siempre se situaban o contaban con muchos elementos de catástrofes. La tendencias se mantendría con The Deadly Mantis (1957), The Day the Earth Caught Fire (1961) y Crack in the World (1965)


But When Worlds Collide, said George Pal to his bride, "I'm gonna give you some terrible thrills" (***)

When Worlds Collide (1951) - Director: Rudolph Maté

Una notable película de la ciencia ficción de los años '50 (basada en la novela de Philip Wylie y Edwin Balmer) en que la Tierra es amenazada por la destrucción cuando la órbita de un nuevo planeta comienza a acercarse. El mundo está condenado (fue una de las primeras películas en mostrar el apocalípsis espacial). Algunos científicos idean una serie de naves espaciales que si bien no podrán poner a salvo a toda la humanidad, servirán para que la especie siga como tal. Más que los hoy irrisorios efectos especiales y el poco sentido común de la trama, hay que rescatar los perfiles de los personajes. John Hoyt en su papel del multimillonario está increíble.




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En vez de como en Impacto Profundo (1998, Deep Impact) se hace un sorteo para ver quien va a sobrevivir escondido en un refugio anti-catástrofes pues ahora (dentro de la ingenuidad de los años 50) la rifa es para ver quien se va a montar en una nave espacial que nos conduzca a un lugar seguro. ¿A dónde?

En esta película situada en el año 2008 en realidad creo que no sabemos nada de lo que nos rodea. Cada día descubrimos nuevos planetas, nuevos sistemas planetarios, pero a distancias imposibles y sobre todo, sin que tengamos la menor garantía de que pudiera sobrevivir los seres humanos ahí. Total que el film pega un salto tecnológico increible e imposible, y bueno, al final del film los elegidos consiguen salvarse viajando a un nuevo mundo. Un mundo extraño, colorista y que en los planos finales vemos unas estructoras como columnas o una especie de presa o algo así, de construcción artifical y no natural. Eso me hace pensar que dejaron de caer el detalle de que los seres humanos o bien encontrarían los restos de una raza alienígena extingida o bien entraría en contacto con una desconocida civilización extraterrestre. APASIONANTE.

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El film es un espectáculo de efectos especiales y maquetas que a mí, personalmente, me llenan de alegría y felicidad. ¡QUÉ TIEMPOS! Esas maquetas tienen un encanto increible y a veces las prefiero a muchos de los nuevos efectos digitales que no transmiten un realismo muchas veces.
Todo el film en esencia es obra de George Pal, que fue el alma del film. Otro productor del film fue el siempre apoteósico Cecil B. DeMille, uno de los grandes padres del cine colosal. No me extraña que se involucrara en semejante proyecto.

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El film ganó merecidamente el Oscar en 1952 a los mejores efectos especiales y estuvo nominado también al Oscar a la mejor fotografía, por el trabajo excelente de John F. Seitz y W. Howard Greene.

Parecidos con 2012 (2009), MUCHOS. Si, otra película Emmerichiana. ;-)


Sobre el director RUDOLPH MATE:
Maté, que falleció en 1964, es más conocido, justamente, por su labor como Director de Fotografía que como Director.
Títulos descatables de su filmografía son: Branded (1950), The Black Shield of Falworth (1954), The Violent Men (1955), Miracle in the Rain (1956) y The 300 Spartans (1962) que son interesantes pero no están a la altura de La passion de Joanne d’Arc (1928), Dodsworth (1936), Stella Dallas (1937), Foreign Correspondent (1940), Gilda (1946)...etc. que hizo como Director de Fotografía.

ENLACES:
(***) The Annotated Science Fiction/Double Feature by James M. Curran http://www.rockymusic.org/sfdf/
http://www.horrordvds.com/viewarticle.php?articleid=433 (DVD Review de When Worlds Collide [1951])
http://www.cinefania.com/movie.php/20013 CUANDO LOS MUNDOS CHOCAN (Argentina)
Crítica 1: http://dimensionfantastica.blogspot.com ... -mate.html
Crítica 2: http://www.sssm.com.ar/arlequin/mundos-chocan.html

Sigamos con esas magníficas joyas catastróficas de los '50.

The Night the World Exploded (1957) - Director: Fred F. Sears

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Cine de bajo presupuesto al máximo. Estamos en 1957 y esta películas es en blanco y negro. ¿ el argumento ?
Unos científicos deben descubrir la manera de aniquilar el E-112, un nuevo elemento descubierto que proviene del centro de la Tierra y que produce terribles explosiones cada vez que entra en contacto con el aire. De lo contrario la Tierra puede explotar.

Frederick Francis Sears (1913-1957) fue otro director que tuvo una vida corta al igual que Felix E. Feist. Dirigió tambien la genial Earth vs. the Flying Saucers (1956) con efectos de Ray Harryhausen, Rock Around the Clock (1956) con Bill Haley y sus coemtas y una "basura" llamada The Giant Claw (1957) producida por Sam Katzman y que se distribuía en double feature por Columbia junto con esta película. También dirigió The Werewolf (1956) para Katzman. The Giant Claw suele tener más prensa que The Night the World Exploded por ser una de las peores películas de la historia del cine. Todavía faltaban un par de años para que Ed Wood dirigiera Plan 9 from Outer Space. ;-)
Aunque deberían saber que Ed Wood hizo al menos media docena de películas peores que estas, título como ser Night of the Ghouls (1959), The Sinister Urge (1960) o Orgy of the Dead (1965) que escribió pero que dirigió un tal Stephen Apostolof.
The Giant Claw recicla planos de The Earth vs. The Flying Saucers; de hecho, en un momento dado, cuando el pájaro ataca Nueva York se logra vislumbrar un platillo volante. ;-)

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Que yo sepa esta película no existe en DVD.


ENLACES:
http://en.wikipedia.org/wiki/Fred_F._Sears
http://en.wikipedia.org/wiki/Earth_vs._ ... ng_Saucers
http://www.pasadizo.com/peliculas2.jhtml?cod=1166&sec=3


En los '60 hubo algunas películas más sobre el tema de la destrucción de la tierra y sobre todo de la supremacía de la humanidad (si, esa, Apes...)

The Day the Earth Caught Fire (1961) - Director: Val Guest

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Esta película inglesa está ambientada en Inglaterra (¿obvio?). El argumento es el siguiente:
El periodista británico Peter Stenning es asignado a escribir una nota rutinaria sobre una súbita oleada de calor que afecta Londres. A través de contactos en el gobierno, Stenning descubre que el eje de la Tierra se desplazado 11 grados, como fruto de explosiones atómicas de prueba realizadas por norteamericanos y soviéticos en distintas partes del globo. Pero investigaciones posteriores demuestran que, además del cambio del ángulo del eje, el planeta se ha salido de órbita y se acerca hacia el Sol. Enormes cambios climáticos comienzan a afectar a la Tierra, y la única esperanza parece residir en generar nuevas explosiones atómicas que permitan contrarrestar el proceso.






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The Day The Earth Caught Fire (El dia que la Tierra se prendió fuego) es un modesto proyecto del conocido director de sci fi Val Guest. Guest intentó tentar a varios estudios para financiar el film, pero terminaría por producirlo con sus propios fondos. El resultado es una película correcta, sin demasiado appeal comercial, pero con la suficiente solidez dramática como para resultar destacable.

En DVD Zona 1 la editó Anchor Bay con algunos extras pero sin subtítulos.

- Audio Commentary with Director Val Guest and Journalist Ted Newsom
- Theatrical Trailer, TV Spots, Radio Spots

La edición de UK es similar, pero trae un exta adicional
- Interview with Leo McKern (8 min)

Val Guest dirigió las películas de Quatermass en los '50 y una del Yeti (Abominable Snowamn). Años más tarde nos dejaría Casino Royale (1967), When Dinosaurs Ruled The Earth (1970) con la hermosísima Victoria Vetri (si, se llama casi igual que Vittoria Vetra en la novela Angeles y Demonios y no es casualidad, es un homenaje) y Au Pair Girls (1972) que creo que solo vale la pena por Gabrielle Drake.

ENLACES:
http://en.wikipedia.org/wiki/The_Day_th ... aught_Fire
http://www.pasadizo.com/peliculas2.jhtml?cod=247&sec=3
http://dvdcompare.net/comparisons/film.php?fid=1168


En los '60 el cine americano estaba en crisis. Sino fijense como muchísimo cine pasó a filmarse en España e Italia y surgieron esos géneros Spaghetti y demases que tanto nos gustan. Sin embargo fue una época de oro de la TV americana. Series como The Twilight Zone o The Outer Limits empezaron a ser la nueva versión de esas películas de clase B de los '50. Versiones condensadas para "couch potatoes" , pero bueno, fue una etapa, ya vendrían más tarde George Lucas y Steven Spielberg para recrear el Blockbuster. Es muy raro que una película de Ciencia Ficción, Cine Catástrofe o Fantasía anterior a 1975 sea recordada por el nombre de su director, si bien esto venía cambiando desde Stanley Kubrick o europeos como Roman Polanski, no fue como ya comente hasta que llegaron Jaws y Starwars que se solidificara el cine que venimos consumiendo en los últimos casi 35 años.

En The Twilight Zone hubo muchísimos episodios memorables, pero nombremos un par que tienen que ver con destrucción de la tierra:

The Twilight Zone: "Time Enough at Last (1959)

Más post-apocalíptico que catastrófico, sin duda la mayor catástrofe es la que sufre Burgess Meredith en el epílogo del episodio.












En Youtube está den inglés y en español traducido, no subtitulado.
Entrada en Wikipedia: http://en.wikipedia.org/wiki/Time_Enough_at_Last (en inglés)


The Twilight Zone: "The Midnight Sun" (1961)

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Sinopsis: A pesar de ser medianoche, es mediodía. Hace meses la orbita de la tierra cambió, y se comenzó a acercar peligrosamente al sol. Hoy, con 47 grados a la sombra, Nueva York es un horno al que sus habitantes abandonan provocando el caos. Y Norma (Nettleton) debe enfrentarse al calor y a la locura humana.








DIMENSIÓN DESCONOCIDA: SOL DE MEDIANOCHE (Argentina) http://www.cinefania.com/movie.php/25143/

Pueden verlo completo en Youtube tanto en inglés como doblado al castellano.
Entrada en Wikipedia: http://en.wikipedia.org/wiki/The_Midnight_Sun (en inglés)


Y nombro estos 2 clásicos de la década:

Destroy all monsters. Japón., 1968. Dir.: Ishiro Honda. Int.: Akira Kubo, Jun Tazaki, Yukiko Kobayashi, Yoshio Tsuchiya.
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En el año 1999, una raza de mujeres alienígenas (Kilaaks) provenientes de un pequeño planeta escondido en el cinturón de asteroides del sistema solar, liberan a los monstruos gigantes del planeta Tierra (Godzilla, Rodan, Mothra, Angilas, Minya) que habian sido capturados y puestos bajo vigilancia en la isla de Ogasawara, Japón, por las Naciones Unidas. Los monstruos y algunos humanos, bajo el poder mental de las Kilaaks, destruyen las principales ciudades del mundo, mientras un grupo especial japonés intenta destruir la base lunar de las alienígenas para salvar la Tierra.
Totalmente delirante en su premisa y no tiene nada de catástrofe natural, pero me dió gracia y no la quería dejar afuera de este resumen.
DVD Review: http://www.dvdbeaver.com/film/DVDCompar ... osters.htm


El planeta de los simios (The Planet of the Apes). EE.UU., 1968. Dir.: Franklin J.Schaffner. Int.: Charlton Heston, Roddy McDowall, Kim Hunter.
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En el año 3978 D.C., una nave espacial con 4 astronautas colisiona en un planeta lejano. Luego de la desaparición y muerte de sus compañeros a manos de una sociedad regida por simios humanoides parlantes, y donde los seres humanos son francamente primitivos; el astronauta sobreviviente descubrirá que el planeta no estaba tan lejos como creía.

La cosa ya estaba muy girada a la Ciencia Ficción, por suerte con Terremoto (1974) la cosa volvió a la tierra y tuvimos algunas otras películas más que vale la pena comentar.

Soylent Green. EE.UU., 1973. Dir.: Richard Fleischer. Int.: Charlton Heston, Leigh Talor-Young, Chuck Connors, Joseph Cotten.
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En el año 2022, el planeta esta sobrepoblado. Ya no existen vegetales o carnes para alimentar a la desnutrida población. En Nueva York, 40 millones de habitantes toman agua y comen raciones, hechas con un misterioso ingrediente secreto, llamado Soylent Green. Un detective investiga la muerte del presidente de la compañia S.Green.
Soylent Green es más bien sobre la vida después del desastre. Los millonarios con departamentos que vienen con esposa escultural incluída y el resto de la población muriéndose de calor y alimentándose de una sospechosa galletita verde llamada "soylent green".

Meteor. EE.UU., 1979. Dir.: Ronald Neame. Int.: Sean Connery, Natalie Wood, Karl Malden, Martin Landau, Henry Fonda.
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La única forma de detener la extinción de la humanidad, ante la inminente colisión de Orpheus, un asteroide de 8 kilómetros de diámetro en dirección a la Tierra, es la colaboración militar entre EE.UU. y la Union Soviética.
20 años antes que Impacto Profundo y Armageddon. ;-)


No se si en los '80 hubo alguna película de este género, si se acuerdan tiren alguna data. Creo que como estuvieron haciendo tanto cine Post Apocalíptico, digamos que ya estaba todo destruído y lo que se mostraba era como sobrevivía la gente. Ejemplos:

Escape de Nueva York (Escape from New York). EE.UU., 1981. Dir.: John Carpenter
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Endgame: Bronx lotta finale. Italia, 1983. Dir.: Joe D'Amato
1990: I guerreri del Bronx (Bronx Warriors). Italia, 1983. Dir.: Enzo G.Castellari
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2019: dopo la caduta di New York (2019: After the fall of New York) . Italia., 1984. Dir.: Sergio Martino

Siempre han existido películas en donde la amezana nuclear terminaba dejando la tierra destruída como la película On the Beach (1959, Stanley Kramer)
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Con Gregory Peck, Ava Gardner, Fred Astaire y Anthony Perkins

Como ya dije los '90 fue la resurrección de este género, de la mano de películas como Twister (1996), Volcano (1997), Impacto Profundo (1998), etc. y los ya clásicos de Roland Emmerich (el Spielberg Alemán) como ser Independence Day (1996), Godzilla (1998), The Day After Tomorrow (2004) y su más reciente esfuerzo 2012 (2009).

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Otras películas no comentadas:
The Last Man on Earth (1924) En donde el último hombre sobre la tierra es acosado por todas las mujeres sobrevivientes. ;-)
Existe Last Woman on Earth (1960) tiene una premisa similar pero es una película de Roger Corman, o sea Cine Clase B al mango.
Nada que ver tampoco con The Last Man on Earth (1964) que es la historia que también inspiró The Omega Man (1971) y I Am Legend (2007).
Lifeforce (1985) en donde vampiros del espacio revientan Londres, amo esa película. :-)
Dante's Peak (1997) otra de volcanes con Pierce Brosnan en el rol protagónico.
The World Sinks Except Japan (2006)
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En fin, un género que nunca morirá, bah, morirá junto con la humanidad algún día de algún año pero estoy casi seguro que no va a ser en 2012. ;-)

FUENTE: http://www.forodvdmania.com/phpBB3/viewtopic.php?f=4&t=45200&start=15

martes, 9 de febrero de 2010

Fuego And The Female DVD Z1 starring Isabel Sarli

Les dejo un pequeño collage de la Coca...

Fuego (Armando Bo, 1969) fue emitida como parte de una serie de programas llamados "John Waters presenta.. películas que te corromperán" y la presentación que hizo es imperdible. Acá está la traducción:

Bueno, aquí estamos. Como dijo Divine en Pink Flamingos, “mi mismísimo cuarto de garchar”. Siéntense en mi cama, pónganse cómodos. No se preocupen, es una película hétero. Bueno, una película hétero para que se maravillen los gays: tetas grandes, un tema musical ridículo, el nudismo en colores camp, lesbianas políticamente incorrectas... Lo tenemos todo aquí esta noche. ¿Piensan que los gays están locos por el sexo? ¡Ya van a ver lo dementes que pueden ser los heterosexuales! Fuego es el título de esta película sudamericana que tuvo su estreno chabacano en 1969. Fuego fue prohibida hasta en su propio país el año en que se estrenó.

Armando Bó, el hombre que ha sido llamado “el Russ Meyer argentino”, dirige esta película protagonizada por su diosa cinematográfica Isabel Sarli. Ella quema, ella consume; es una mujer en llamas. Armando Bó la dirigió en 27 largos softcore, y aunque eran amantes famosos fuera de la pantalla, él no dejó a su esposa sino hasta su propia muerte.


Fuego / The Female: Seventy Times Seven / DVD-Video
Full Screen 4:3 Color / Widescreen 1.85:1 B&W / Sizzling Latin Double Feature / Region 1
http://cdn3a.dvdempire.org/products/86/50286h.jpg http://cdn3a.dvdempire.org/products/86/50286bh.jpg
Studio: Something Weird Video | Production Year: 1968 | Release Date: 6/18/2002 | Length: 179 mins

ESTRUCTURA DEL DISCO:
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DVD-9 - 7,979 MB

"FUEGO"
(01h:23m:48s)
Director: Armando Bo

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Isabel Sarli, Miss Argentina 1955, una sorprendente cruza entre Liz Taylor y Divine, con un increíble busto pre-siliconas. “¡Necesito hombres, necesito hombres!”, gime en Fuego, mientras su ninfomanía crece hasta arruinar su matrimonio con el único hombre que la ama de verdad, interpretado, claro, por su director y pareja en la vida real, Armando Bó. Observen cómo la Sra. Sarli enloquece sin razón aparente. En una escena emprende un raid calenturiento y rueda desnuda sobre la nieve. Y ni siquiera eso logra enfriarla.

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Estoy obsesionado con Sarli y Bó. Conseguí una copia de este libro rarísimo: Las películas de Armando Bó e Isabel Sarli. A veces, cuando busco inspiración, lo miro y acaricio las páginas deseando saber leer español. Vi algunas de las otras películas que hizo la pareja, y son igual de dementes. Fiebre: ¡en ésta, Isabel se enamora de un caballo! Mi otra gran favorita es Carne, en la que Isabel camina por las vías del tren, todos los días, para ir a trabajar a una fábrica empacadora de carne, ¡con tacos altos y vestida de pies a cabeza como una puta!

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Si ven algunas de mis películas, van a notar cuánto me influyó Fuego. Ya me olvidé todo lo que le robé. Vean a Isabel Sarli caminar por Times Square, con extras del mundo real en el fondo, mientras la filma una cámara oculta que la sigue desde un auto. ¡Y vean a Divine hacer exactamente lo mismo en el centro de Baltimore en Pink Flamingos! Miren el maquillaje y el peinado de Isabel en Fuego. ¿No les recuerda al del personaje de Divine en Female Trouble? ¡Podría ser su melliza idéntica! Sólo que más pesada...

Isabel: nos inspiraste a todos a una vida de exhibicionismo barato, deseos sexuales exagerados y amor por toda la basura cinematográfica. Te saludamos, Isabel Sarli, una verdadera mujer sobresaliente del cine.

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The fullframe Fuego transfer is taken from a beat up English-dubbed print that seems to be missing a few minutes of footage.


"THE FEMALE"
(01h:34:38s)
Director: Leopoldo Torre Nilsson, Jack Curtis

Setenta Veces Siete es una película de Leopoldo Torre Nilsson, coproducida por Brasil y España y protagonizada por Isabel Sarli y Francisco Rabal.

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Una mujer en la pampa argentina, es tomada como esposa por un hombre avido de deseo por encontrar petróleo. Mientras están viviendo en esa inmensidad aparece otro hombre deseoso de su mujer.
La historia relata cómo la mujer, que fue tomada por ambos, terminó vengándose de ellos dejándolos encerrados en un pozo del que no pudieron salir.
La historia está basada en dos cuentos de Dalmiro Sáenz, publicados en el libro homónimo, y el guión fue escrito por Beatriz Guido, Dalmiro Saenz y el propio Leopoldo Torre Nilsson.

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Esta fue la primera película de Isabel Sarli, que filmaría lejos de la factoría Armando Bó.Este hecho volvería a repetirse únicamente, una vez fallecido su esposo, en 1996 cuando filma con Jorge Polaco, La dama regresa, película de escaso éxito comercial.

EXTRAS:
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Extras Review: In keeping with the South American theme, Image and Something Weird fill the extras section with appropriately leering content:

South American S&M Show (05m:11s)
This sexy black & white segment features an Elsa Lanchester look-alike dominatrix who whips and nibbles on a poor guy for five minutes. This woman has breasts that could be considered deadly weapons!

South American Smoke Den Stripper (04M:42s)
Apparently pulled from some 1940s tropical saga, this chunk centers on an illicit smoke den, highlighted by a severely unerotic striptease by an alarmingly chubby stripper.

Gallery of Sixties Sexploitation Art With Radio-Spot Rarities (12m:04s)
Always a favorite stop on any Something Weird release, it's twelve minutes of exploitation posters, set to equally trashy radio spots. See posters for such genre classics as As Nature Intended, Acapulco Uncensored, Abnormal Females, and Behind the Nudist Curtain.

Also included is a cool collection of sexy trailers (Fuego, Love Hunger, The Curious Dr. Humpp, The Deadly Organ, No Exit, The Unsatisfied, The Pink Pussy: Where Sin Lives, Put Out or Shut Up), and each of the feature films are split into 12 chapters, with no subtitles.

ENLACES:
http://new.taringa.net/posts/tv-pelicul ... s/4586240/ John-Waters-hablando-de-Fuego-(Armando-Bo_Isabel-Sarli).html
http://es.wikipedia.org/wiki/Setenta_veces_siete
http://www.digitallyobsessed.com/displa ... hp?ID=3646
http://www.cafeycigarrillos.com.ar/2009 ... bel-sarli/
http://www.vintage-erotica-forum.com/t9 ... sarli.html
http://solocineargentino.blogspot.com/s ... el%20Sarli
http://pauraexpress.blogspot.com/2009/0 ... -1969.html


Encontré un artículo brillante hecho por el autor del blog La Tetona de Fellini.

La impura y la higiénica
El cine de Isabel Sarli y Armando Bó

Dicen que allá donde se intenta obstruir los placeres sensoriales, se goza mucho más con ellos. Nada es exquisito si antes no intentaron ocultártelo. Pero descuidado quien debía asegurarse que así fuera. En Argentina, una mañana un ventarrón hizo volar el brassier de la Censura y unas tetas generosas nadaron por una pantalla de cine. No se trataba de un enlatado procedente de algún país nórdico, era una hermosa mujer desnuda y nacional. Entonces el pueblo no permitió que se vuelva a vestir. Entrada bien la noche, reapareció muchas veces como “la tentación desnuda” o “desnuda en la arena”, siempre desnuda. En los boliches indecorosos, entre nubes de cigarrillo, se esperaba el próximo baño de la higiénica.


I - Usted podría ser galán de cine

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En Rio de Janeiro, el joven Armando Bó recibió un buen consejo. Se lo dio Carmen Miranda, la actriz y cantante que coronada con bananas reinó en Hollywood como la personificación del exotismo sudamericano. A decir verdad, el consejo se lo hubiera podido dar cualquiera. Bó era un muchacho alto, guapo y con un físico entrenado en el básquet. En un campeonato en Brasil, Bó conoció casualmente a Miranda y esta, tal vez con cierto ánimo de piropo, le sugirió que probara suerte como galán de cine. Como no es igual que te lo diga tu mamá o una actriz famosa, en el acto Armando se inscribió en una escuela de arte dramático.
Por aquel entonces el cine argentino podía ser esperanzador para los guapos de esquina. La cinematografía argentina se destacaba como la más industrializada de Sudamérica. Desde los años 30, en Argentina el cine ya emulaba eficientemente los parámetros de Hollywood: grandes estudios, producción sostenida, promoción de estrellas y la mira bien puesta en el triunfo de taquilla. Cada año decenas de películas competían, dentro y fuera de Argentina, por vender al público melodramas porteños, mitologías del tango o nostalgias gauchas. Así pues en las ciudades quien se creyese con la pose y la pinta necesarias, podía soñar con ingresar en la pujante industria nacional y emplearse como galán.

Pero a él no le lanzaron la puerta en la cara. Pronto Bó encontró trabajo en Establecimientos Filmadores Argentinos empleado como “hombre apuesto con poco que decir” en títulos como “Y mañana serán hombres” (1939), “Si yo fuera rica” (1941), “La maestrita de los obreros” (1942) o “El más infeliz del pueblo” (1941). En esta última trabajó con otra actriz aspirante, Eva Duarte, por entonces de pelo negro, procedencia provinciana y alguna experiencia teatral. Bó se la encontraría nuevamente para ser su enamorado secreto en “La cabalgata del circo” (1945), poco tiempo antes de que ella abandonara el cine para asumir su rol definitivo como Evita Perón. Bó continuó su carrera de actor hasta que por fin pudo protagonizar dos películas de época fracasadas (“Villa Rica del Espíritu Santo” y “Los tres mosqueteros” en 1945). Quizá agobiado por los altibajos de la vida de un actor sin demasiado talento, mientras otros saboreaban las tajadas más jugosas del mercado del cine, Armando Bó optó por hacerse productor. Con todos sus ahorros fundó en 1946, la Sociedad Independiente Filmadora Argentina (S.I.F.A.) cuyo primer producto sería toda una revolución popular.

En Argentina corrían nuevos aires, Juan Domingo Perón acababa de asumir el poder y los pobres estaban de moda. El peronismo ya había sido augurado por el cine argentino antes de que aquel imperara en la política. En películas como “Mujeres que trabajan” (1938) y “Elvira Fernández, vendedora de tienda” (1942) se defendían tramas donde había sindicalismo, tensiones entre clases sociales y ciudadanía femenina. Sin embargo, la mayoría de películas argentinas por ese tiempo preferían las adaptaciones insulsas de clásicos de la literatura occidental o los melodramas declamatorios, todas ellas planificadas desde un Buenos Aires que se sentía una comarca desprendida de Europa. Pero desde los años 30 penetraron en el próspero Buenos Aires hordas de provincianos que no tenían idea de quién era Alejandro Dumas y que las clases altas llamaban con cariñoso desprecio “cabecitas negras”. Sus brazos pusieron en marcha a la industria y se aliaron en poderosos sindicatos. Naturalmente el cine tenía que responder a este público. El trabajo obrero ya no sería mostrado solamente desde el esfuerzo por conseguirlo y conservarlo, sino como pertenencia y orgullo de clase, y la barriada ya no podía ser sólo la guarida de la perdición y sino cuna de los más espectaculares hijos del pueblo.

Armando Bó lo entendió rápidamente. La austera S.I.F.A no había nacido para adaptar el “El Conde de Montecristo” sino las viñetas de un cronista de futbol (Ricardo Lorenzo, apodado “Borocotó”). El resultado sería “Pelota de trapo” (1948), dirigida por Leopoldo Torres Ríos, donde Bó interpreta a un muchacho de barrio, conocido como “Comeuñas”, que junto a otros desnutridos forma un equipo y triunfa en las canchas, hasta que un mal cardiaco lo pone fuera de combate. Nadie hubiera apostado a que el público iría al cine para ver futbol. Pero la multitud que en total acudió a ver “Pelota de trapo” habría llenado estadios. Hoy es considerada una película clave (alentada también por el neorrealismo que por entonces ocurría en Italia) que elevó a las grandes pantallas argentinas aquel mundillo de los pibes peloteros, las madres proletarias, los inmigrantes picaros y, en el habla, la chacota de arrabal que levantó las cejas de la censura. “Pelota de trapo” era el mejor inicio posible para Armando Bó como productor. Llegó a decir: “¡Pelota de trapo soy yo!”, complacido de la buena estrella que le permitió reunir a un guionista y director talentosos ante una refrescante idea que Bó pescó de la cultura popular. Y el pueblo también quedó complacido, tanto así que “Sacachispas”, el equipo ficticio de la película, fue hecho realidad y hasta hoy existe.

Al año siguiente, Bó tenía una nueva película sobre otro héroe del pueblo: Justo Suárez, “el torito de Mataderos”, un boxeador que durante los años 30 deslumbró con su estilo acriollado y su simpatía, alcanzó las máximas glorias del peso ligero y fue noqueado por la tuberculosis a los 29 años en la absoluta miseria. Era una historia perfecta para otro éxito multitudinario. Pero no resultó, como tampoco lo hicieron sus siguientes producciones que decrecían en creatividad con la misma velocidad con la que se realizaban, como “Sacachispas” (1950), primer refrito de “Pelota de trapo”; “Con el sudor de tu frente” (1950); “Fangio, el demonio de las pistas” (1950), sobre otro héroe deportivo, esta vez un pentacampeón de Formula 1; “Mi divina pobreza” (1951), “Yo soy el criminal” (1951), “En cuerpo y alma” (1951), “Honrarás a tu madre” (1953), “El hijo del crack” (1953), otra secuela de “Pelota de trapo”, con la participación de celebridades futbolísticas, donde el héroe lucha por defender su gloria pasada a pesar de la mala salud. Algunos fracasos después, Armando Bó incursiona en la dirección, tal vez también para ahorrar costos, con títulos como “Sin familia” (1954) y “Adiós muchachos” (1955) de los cuales hoy no queda rastro. Tantos tropiezos lo pusieron al borde de la quiebra, necesitaba otra novedad que pudiera explotar en el mercado del cine. Sin ni siquiera elegirla, la suerte lo puso frente a otra oportunidad.

Pero la decisión la tomaría otro Bó. Su siguiente proyecto se realizaría en asociación con otro productor, apellidado casualmente como él, el paraguayo Nicolás Bó. Filmarían un librero de Augusto Roa Bastos, guionista de su propio cuento, sobre una insurrección de campesinos en medio de la agresiva selva paraguaya, “El trueno entre las hojas”. Nicolás Bó, que era un importante empresario de la televisión, a lo mejor pensó que sería bueno asegurarse el éxito de taquilla poniendo en un lugar llamativo del reparto a Miss Argentina. Tenía el teléfono de la última coronada: Hilda Isabel Sarli. Armando y Nicolás fueron a visitarla a su modesta vivienda. Nicolás quedó muy impresionado inmediatamente, pero Armando no se emocionó con aquella morocha de veinte años, muy tímida, sin la más mínima experiencia actoral y cuya madre metiche llamaba con el apodo de Coca. Pero Nicolás seguía fascinado con ella y como era él quien ponía la plata, al otro Bó no le quedó más que aceptarla como la estrella de su próxima película.

Un chapuzón más para Isabel Sarli pero un gran salto para el cine argentino. Hasta entonces al público sólo se le había permitido suspirar o escandalizarse en vano con la espalda desnuda de la adolescente Olga Zubarry en “El angel desnudo” (1946) de Carlos Hugo Christensen. Más de diez años después, “El trueno entre las hojas” inició la detallada exploración de otros parajes de la piel. Desprovista de esta audacia pionera, la película habría caído en el olvido. Sin embargo, “El trueno entre las hojas” está entre lo mejor que ha dirigido Armando Bó, maravillado también por el prodigio acabado de descubrir y que daría sustento a su cine en adelante.

Al inicio el escritor Roa Bastos nos estremece con esta nota: “el trueno cae entre las ramas, los animales comen de los arboles, los hombres comen animales, y al fin se desata entre los hombres la violencia del trueno”. Así tenemos como personajes a un patrón en el delirio del autoritarismo, unos peones embrutecidos por la pobreza y un recién llegado que explotará de indignación, todo esto en una finca perdida en la selva paraguaya donde la naturaleza agresiva no hace más que avivar la locura. Armando Bó es nuevamente el protagonista. Un actor de pocos recursos, a veces sorprendido por la cámara antes de “ponerse” la expresión que corresponde a la escena. Esta vez es un fugitivo (de un amor desgraciado, como sabremos después) que se entera de la existencia de una finca, comandada por un gringo, donde los peones son tratados como esclavos y no tienen posibilidad de retorno. Le aseguran que si lo que busca es esconderse nadie irá a buscarlo hasta allá. Sin perder un minuto, pide ser contratado y padece como sus compañeros de los atropellos impuestos por la voluntad del patrón. Su castigo predilecto consiste en atar al prisionero a cuatro estacas para que las hormigas más gordas de la selva vengan a mordisquearlo. Naturalmente, el héroe se indigna y exhorta a los otros peones a reaccionar. Las tensiones explotan cuando el pistolero del patrón es encontrado muerto. En medio de todo esto llega al lugar la joven esposa del patrón (Sarli), hablando con voz prestada pero en total dominio de su exquisita figura. La visita resulta perturbadora. El patrón comienza a delirar por la malaria y el desdén de su esposa, los peones le tocan serenatas sublimando deseos de violación, mientras el héroe se contiene por no distraerse de sus planes de sublevación.

La respetable denuncia social de Roa Bastos, interesado en reflejar los excesos del poder, bajo los parámetros explotation de Armando Bó contó con pésimos actores y un acabado técnico lleno de desperfectos. Pero a la larga “El trueno entre las hojas”, con sus estereotipos, el extremismo del entorno y la exuberancia de Sarli, como otra trampa de la naturaleza, resultó muy influente para el cine posterior de este director. El éxito permitiría que Bó continúe trabajando con Roa Bastos para la siguiente película, “Sabaleros” (1959), otro violento drama rural con Sarli en el centro del afiche.


II - La morocha del escritorio

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Nació en Concordia, Entre Ríos, en el norte de Argentina. El paisaje parecía anticipar los escenarios en los que se desenvolvería la futura estrella de cine: selva tupida y húmeda, ríos y cataratas aptas para bañistas. “La higiénica”, la llamarían después por su gusto por el agua.

Como toda estrella con el pudor de la edad, ha fomentado imprecisiones acerca de su año de nacimiento. Pero se sabe que fue inscrita dos veces a mediados de la década del 30. Primero en Concordia bajo el nombre de Hilda Isabel Gorrindo, hija de un hombre humilde que gustaba de tocar el violín y cuya imagen se evaporaría muy pronto de su memoria. De lo poco que recordaría de su paso por Concordia estarían los golpes de la pobreza. Antes de cumplir un año, Hilda Isabel repelió el desahucio que un médico pesimista le había diagnosticado ante un cuadro crónico de erisipela. Menos suerte tuvo su hermano menor que falleció de pulmonía un año después. La madre, María Elena Sarli, hija de inmigrantes italianos, sin dinero para enterrar a su hijo, decidió dar por muerto al marido que había migrado a Montevideo con la esperanza de encontrar trabajo, y partió con la pequeña Isabel a Buenos Aires. Allí, como residentes de un barrio de “cabecitas negras”, vecino a la Penitenciaría Nacional, Isabel fue reinscrita bajo el apellido y la tutela absoluta de su madre.

En la capital, la vida de Isabel sería regida por la estrechez, la indesmayable supervisión materna y la certeza de que los hombres constituían el mayor peligro de la urbe bonaerense. La pequeña Coca, como apodaba Maria Elena a su hija, había crecido en la demostración que los enredos con el sexo masculino, especialmente si además eran muertos de hambre, tenían que ser evitados a toda costa. Así Isabel desarrolló una timidez tenaz, sólo salía para ir a la escuela y en la escuela era la que peor bailaba. Después estudió dactilografía y taquigrafía. Obtuvo empleo como secretaria en una agencia de publicidad. Pero si bien su carácter había sido moldeado por su madre para comportarse con la mayor moderación, el mandato de su desarrollo corporal se estaba desviando por el camino contrario. Desde adolescente, Isabel debía encubrir su esbeltez altanera: una cinturita que se expandía hacia un busto arrogante. Como muchas carreras de la farándula que se iniciaron gracias a que el titular faltó por estar enfermo, en la agencia de publicidad donde Isabel trabajaba, un productor necesitaba suplir a una modelo para un aviso, así que puso el ojo en esa morochita del escritorio aquella que no estaba nada mal.

Lo que más le gustaba a Coca de ser modelo era la paga. Las luces y las cámaras sólo le ponían nerviosa, pero pensó que era un sacrificio mínimo en comparación de todo lo que había padecido su madre por algo de dinero. María Elena veía con desconfianza la nueva carrera de su hija y supervisaba personalmente que las faldas y los escotes que usaba para los anuncios, cubrieran todo lo que después el mundo entero vería. Naturalmente, el modelaje la llevó a los concursos de belleza y en 1955 fue coronada Miss Argentina. Con el peronismo en pleno, el jurado esta vez se había inclinado por una belleza “más autóctona”, a diferencia del año anterior en que la argentina más bonita parecía una sueca. De un momento a otro, Isabel se vio estrechando la mano del General Perón que le confesó coqueto que ella era la más importante de sus embajadores. Isabel Sarli era la belleza oficial y estaba en sus cinco minutos de fama, si no encontraba otra manera de explotar su bonita cara esta pronto pasaría al olvido. Inesperadamente, considerando que se sentía negada para la actuación y el canto, daría el salto al cine cuando, sin proponérselo, cautivó al solvente productor paraguayo, Nicolás Bó.

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Armando Bó, por su parte, necesitaba urgentemente un éxito que reanimara su empobrecida productora. Mientras tanto olfateaba el nuevo interés culposo del público. Desde hace poco tiempo atrás se avistaba desde el cine europeo el paisaje de la piel femenina. Ingmar Bergman había desnudado delicadamente a Harriet Anderson en “Un verano con Mónica” (1953), Roger Vadim pidió el sostén de Brigitte Bardot para ofrecer un vistazo de sus senos descubiertos en “Y Dios creó a la mujer” (1956). Todavía la piel expuesta era poca y la cámara ruborizada se deslizaba velozmente sobre ella, pero era suficiente para encender polémicas y ánimos censores, con lo que estas películas ganaban una inmensa publicidad. El propio cine argentino había intentado antes desvestir a sus actrices. El prometedor título de “El ángel desnudo” (1946) de Carlos Hugo Christensen había ocasionado una conmoción en Buenos Aires solamente con la espalda de Olga Zubarry. Pero Bó sabía de sobra que el puesto de sex-symbol del cine argentino seguía vacante. Existían divas, eso sí, pero estaban acostumbradas a cubrirse hasta el cuello. El público habría agradecido que alguna luciera una falda en miniatura, un escote extrovertido, un tul transparente o, por qué no, que no se cubriese en absoluto. Sería una formidable fuente de dinero, como lo eran para sus países Sophia Loren o Marilyn Monroe, sólo por exhibir, además de hermosura, un poco menos de recato.

Y la oportunidad se presentó con “El trueno entre las hojas”. Seguramente, al verse obligado a trabajar con la inexperta Isabel Sarli, Armando Bó pensó que le sería más difícil obtener lo que tenía en mente desde que vio “Un verano con Mónica”. Lograr que una argentina tímida, vigilada por una madre feroz, se desenvuelva desnuda para la cámara con más soltura que una sueca disipada, requería necesariamente algún embuste. Armando no le adelantaría nada de este requerimiento hasta que estuvieron en la locación, la selva paraguaya. Una vez lograda proximidad entre ambos, Armando le comentó la necesidad de ubicar un desnudo en la película, el escenario parecía sugerirlo a gritos, y había que tener en cuenta que “para ganar mercados internacionales hay que ponerse a la altura de la actualidad del cine mundial”. Isabel lo dudó mucho. Fueron necesarias muchas conversaciones entre tiernas y persuasivas: “pero no se te verá nada. Pondremos la cámara muy lejos, encima de un árbol. Sólo tienes que nadar, pero sin ropa, claro”. El día señalado evitaron que la madre los acompañe. Cuando llegaron a la laguna, las piernas de Isabel temblaban. Armando le ordenó que se quitara su traje de montar y diera brazadas en el agua. La natación era su deporte favorito. Isabel obedeció. En algo la reconfortó ver la cámara instalada a una buena distancia en lo alto: “desde ahí apenas me ven”, pensó. El primer desnudo del cine argentino se logró en parte gracias a la ignorancia de Isabel Sarli en materia de lentes.


"Carne" (1968)

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“¿Qué pretende usted de mi?” ¿Cómo no asaltarla después de una pregunta tan cándida ante la opulencia obvia? Pero su candor como actriz fue tal que no llegó a decir su frase más famosa. Su línea de diálogo más citada, impresa en camisetas (una de las cuales llevo puesta, me la trajo un amigo desde Buenos Aires), nunca fue escrita en el guión de “Carne” (1968), donde se supone fue oída, ni tampoco improvisada por Isabel Sarli. Pero la ausencia de esta frase no disminuye el interés en esta película vil de Armado Bó.
“Carne” es quizá la cinta más ruda que la pareja haya perpetrado. Es una roñosa fábula machista cuyo escenario es un camal, cuyos personajes son la escoria porteña que va al laburo con chaveta en la solapa y cuya protagonista es secuestrada, encerrada en un camión frigorífico y violada repetidas veces. “Carne” es un concentrado explotation de todos los clichés bonaerenses: tango, lunfardo, lupanares, carne de res y humana. Si en otras películas la exuberancia del paisaje era analogía de la pasión salvaje que despertaba el personaje de Sarli en los hombres. En esta película, las reses que los personajes trajinan en el camal y las que devoran cotidianamente no hacen más que inspirarles el deseo de beneficiarse a la ternera más fina del lugar. El primer violador lo deja muy claro cuando asalta a Sarli en el frigorífico y de colchón utiliza un enorme corte de res. Extasiado exclama al empujarla: “¡carne sobre carne!”.

La protagonista es Delicia, una apetitosa mujer de arrabal, amante de Antonio (Victor Bó), el capataz del camal en el que trabaja. Como Antonio tiene su lado sensible, gusta de pintar retratos de Delicia desnuda, antes o después de acostarse con ella. Un mal día Delicia, camino al matadero, es sorprendida por Macho. La lleva a unos matorrales, vence su resistencia con un par de cachetadas y la viola. Delicia se levanta y después pide disculpas por llegar tarde al trabajo. Sucede que Macho tiene envidia de Antonio por su rango superior y, especialmente, por gozar como amante de semejante potra. Así que Macho decide someterla por la fuerza. Lo que no tenemos muy claro al principio es por qué Delicia le oculta esto a Antonio, quien incluso termina con ella a causa de su silencio. Nos queda especular que en su infinita bondad Delicia prefiere inmolarse antes que desatar viriles riñas a cuchillo, en las que incluso alguien podría morir. Mientras tanto Macho, que ya violó a Delicia dos veces, decide ganar unos pesos alquilándola a sus colegas y se la lleva secuestrada en el camión frigorífico. Afuera la patota comparte un asado mientras se van turnando con juegos de azar. Esta es la parte más “dramática” de “Carne” en el sentido en que los personajes por fin muestran alguna sutileza al verse encerrados con aquella portentosa mujer. Aunque a decir verdad siguen siendo muy poco sutiles: un tipo se aparece cantando en ruso, a un hombrecillo no le da la moral e intenta robarse la bombacha de Sarli, un viejo bravucón se desahoga y confiesa que le gustaría tener unas tetas como las de Delicia, entre otros delincuentes, menos elocuentes que se sacan la ropa apenas cruzan la puerta. Hasta que Antonio por fin aparece para repartir tortas. En medio del caos Delicia escapa. Se va a escuchar tangos a una cantina y luego toma la ducha post-violación más sensual que se ha visto en el cine: Delicia recordando las voces de sus agresores mientras apachurra sus senos.

“Carne” tiene un talante cuya torpeza técnica no hace más que recrudecer su argumento canalla. La desincronización del sonido no es un defecto tan llamativo como que de repente la imagen se tiña de azul, rojo o sepia. La edición parece hecha a golpe de navaja pero Bó no se olvida de dar un mensaje pacifista al final: “El verdadero amor puro sin concesiones y la bondad de Dios triunfarán sobre la violencia y la ola de terror que invade al mundo”. Aunque más inspirado es el que pone al principio de la película en el que agradece a los Frigoríficos Cóndor S.A , “orgullo de la industria nacional”, por el préstamo de las locaciones, y aclara que las escenas allí filmadas “nada tienen que ver con la realidad”, aunque acto seguido otro cartel lo contradiga afirmando “inspirada en hechos auténticos”.


III - La perdición de los hombres (son las malditas mujeres)

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Otro habría sido su destino si hubiera seguido los consejos de su madre. Nicolás Bó, el productor paraguayo de “El trueno entre las hojas”, había impuesto a esa Miss Argentina como estrella de su película y, a sí mismo, la aspiración de conquistarla. Al menos contaba con la simpatía de la madre que no quería para su hija un pretendiente con bolsillos vacios. Pero de nada le sirvió, como tampoco para impresionarla, aterrizar de sorpresa en su avioneta privada en las locaciones del rodaje (“te voy a despeinar”, le decía). Isabel se enamoró definitivamente del otro Bó, el pobre diablo, el que ya no tenía ni un cobre para financiar sus películas. Y esta elección fue determinante para dotar a Argentina de su diva desnuda.

Una vez aliviada la paliza que le propinó su madre por haberse quitado la ropa sin su permiso para la cámara y superadas las cachetadas que Isabel le dio a Armando Bó cuando descubrió en el estreno de “El trueno entre las hojas” que existía un acoplamiento de lentes llamado zoom, se hizo evidente para todos que la voluptuosidad de Sarli era una carnada que apenas había comenzado a pescar a las audiencias mundiales. Entonces Armando Bó inició una sociedad con Sarli que alcanzaría para 29 películas. La segunda de ellas sería “Sabaleros” (1959), estrenada apenas cuatro meses después del “Trueno”, otra tragedia “neorrealista” escrita por Roa Bastos, en la que Sarli es vapuleada por otra mujer en una acequia fangosa que le dejó como saldo una hepatitis y erupciones en la piel.

Le siguió “India” (1960), con cinco minutos en color, y en los que el naturismo indígena era el pretexto perfecto para mostrar las tetas. Después vino la infame “Y el demonio creo a los hombres” (1960), la más odiada de todas incluso por la propia Sarli, filmada en Punta del Este y en la que Bó masacra lobos marinos a punta de palo. Como vemos, rápidamente el cine de Bo-Sarli fue sacudiéndose de sus pretensiones de “drama social” para sumergirse de lleno en el terreno explotation. Sin embargo, en uno de los pocos actos de rebeldía que tuvo contra Bó, Sarli aceptó participar en “Setenta veces siete” (1962) bajo la dirección de Leopoldo Torre Nilsson, con Francisco Rabal de coprotagonista, una cinta con fuentes literarias, ínfulas intelectuales y con el descaro de no mostrar a Sarli desnuda. Justamente por esta audacia la película fue un fracaso en Argentina. En Estados Unidos, una mujer anónima de cuerpo semejante se encargó de enmendarle la plana y la cinta fue estrenada bajo el título de “The Female”. Sarli demandó en vano a Torre Nilsson que argumentó que los insertos pornográficos habían sido decisión de los distribuidores norteamericanos para darle interés a la cinta. Escarmentada de los mercaderes del explotation, Sarli regresó al amparo del que más confiaba, Armado Bó, y no volvió a aceptar otro director hasta que la muerte los separe.

Así como el cine clásico latinoamericano responde al melodrama, el primer cine argentino industrial acudía a la letra del tango. Según el tango, la mujer es la perdición de los hombres o su redención, nada a medias tintas. Es el amor perdido, por lo general trágicamente, la devoradora ambiciosa que acarrea el derrumbe de la estabilidad masculina o, por el contrario, es la santa, la madre, es decir el último resquicio de bondad en un mundo dominado por el egoísmo y la violencia. El cine de Bo-Sarli se apropia de los clichés del tango en un tiempo en que estos impregnaban también una serie de productos culturales de consumo popular: radioteatros, historietas, fotonovelas, revistas del corazón, novelas policiales por entregas, folletines de divulgación, etc. Además de estas influencias, Bo-Sarli dieron a la heroína del tango una corporalidad tal que su poder de catástrofe o salvación apenas necesitaba explicaciones.

Así pues los personajes de Sarli están entre la santidad voluptuosa y la ninfomanía trágica. Respecto a lo primero tenemos ejemplos en películas como “Favela” (1961), “La burrerita de Ypacarai” (1962), “La diosa impura” (1964), “Carne” (1968), entre otras. En ellas Sarli encarna a una mujer bondadosa, ingenua, de origen modesto y cuyo atractivo físico es casi una cruz pues no hace más que traerle líos al intranquilizar a los hombres y encender la envidia de las villanas. Se pregunta en vano el porqué de la animalidad masculina y, no sin antes padecer vejámenes por parte de bandoleros de barrio, patanes rurales, impotentes furiosos y pretendientes desangelados, al final se reúne con un amor auténtico que casi siempre venía con la apostura del mismo Armando Bó o, en su defecto cuando este ya estaba entrado en años, de Victor Bó, su hijo.

En la otra cara de la moneda tenemos a Sarli como mujer fatal. Bó tenía fascinación por los escenarios naturales grandiosos y en ellos el personaje de Sarli representaba una fuerza natural. A veces, cuando pretendía inocencia, se paseaba por la pantalla aparentemente ignorante de su poder de afiebrar la naturaleza, prefiriendo en cambio fusionarse con ella: zambulléndose en cataratas, hermanándose con la lluvia, errando desnuda por la selva o retozando en la arena, pero ¡ay! cuando gozaba de plena consciencia y ejercicio de sus dones, qué cantidad de suspiros se reprimían a su paso. Así tenemos películas como “La tentación desnuda” (1966), “La mujer de mi padre” (1968), “Desnuda en la arena” (1969), “Fuego” (1968), “Fiebre” (1972), “Embrujada” (1969), “Una mariposa en la noche” (1977), “Insaciable” (1984), entre otras, en ellas el personaje de Sarli constituía un destino fatídico del cual los hombres no pueden ni quieren escapar. Los que no la poseen se obsesionan con ella y los que la tienen sufren porque sospechan que no son lo suficientemente viriles para mantenerla a su lado. Por lo general, las palabras dulces son inútiles para domarla, lo que a ella le seduce son los machos a raja tabla, los que toman aguardiente para calmar la resaca, los que jamás pierden el control. Con los demás, Sarli sólo se divierte poniéndolos en ridículo y aprovechándose de ellos. Por ejemplo, inaugurando el deseo en un somnoliento pueblo selvático (“La tentación desnuda”), extorsionando hombres casados (“Desnuda en la arena”) o haciendo leña de un hombre impotente (“Embrujada”). Los personajes fatales de Sarli no buscan amor, sentimiento del que descreen, ni recobrar la inocencia perdida, sino “sentirse mujer” de manera orgánica y contundente por eso quien no esté a la altura debe perecer pues ella, como la naturaleza, es inmisericorde.

Pero más interesante que los avatares de Sarli como santa o puta, es el mundo masculino representado a su alrededor. Es curioso que varias películas de la pareja insistan en retar aquel mandamiento por el cual “no desearás a la mujer de tu prójimo”. Bajo la premisa de que la mujer es extensión del marido cuya dignidad estaría entredicho si esta lo abandona, varios han arriesgado el honor esposando a Sarli que ha sido sucesivamente “La mujer del zapatero” (1965), “La señora del intendente” (1967), “La mujer de mi padre” (1968) y, después de enterrar a varios maridos, “Una viuda descocada” (1980). Pero como casarse con Sarli es estar en peligro de perderla, aquellos que han sido sus cónyuges han corrido la suerte de ser la esquina más burlada de un triangulo amoroso. Pues ante la hembrura de Sarli, el ser viril no puede apaciguarse en el respeto de las convenciones, por el contrario debe disparar su hombría, como el filo que emerge de la empuñadura, aunque el costo sea ser apuñalado por un adversario en el intento.

Pero aquellos eran los hombres que perdían la apuesta, los personajes secundarios, en cambio Armando Bó, cuyo personaje con frecuencia era elegido por el corazón de Sarli, era más bien un galán traumado. Sus personajes solían tener un semblante meditabundo, ojos agotados y diálogos de sombría cursilería. A veces su aire apesadumbrado se explicaba por un amor del pasado, terminado por la decepción o el asesinato, otras veces simplemente por considerar que el mundo en su conjunto estaba sumido en el descrédito. Quizá, para el personaje de Sarli, su atractivo radicaba en la posibilidad de reanimarlo a través de su amor pulposo. Armando Bó jugaba a encarar al galán imperturbable pero que también levanta los puños por las buenas causas (como en “El trueno entre las hojas” y “Sabaleros”). En cambio, Víctor Bó, el hijo, era un galán más risueño y con aplomo juvenil pero mucho menos dotado para la actuación que su padre, es decir ya sin dote alguna. Víctor es tan expresivo como un signo de exclamación escrito en un papel pero aportaba suficiente apostura para justificar cualquier mal guión.

Otro era Armando Bó, como director, cuya única congoja podría ser estar sometido a un escaso presupuesto, limitación que más bien incentivaba su espíritu avezado. Como artista era un terrorista de la gramática del cine, su estilo no era elemental sino primitivo, sus películas no eran simplistas sino simples. A nada temía. Su cine está lleno de cortes desconcertantes, saltos de eje a cada pestañeo, zooms brutales. Sumemos a esto la nada cariñosa reedición que la censura aplicaba a todas sus películas en Argentina. Consideremos además el desprecio perezoso de Bó por el sonido directo y la sincronización. Los actores siempre debían grabar sus diálogos en post producción, para Bó la palabra no era articulada por los labios simplemente era escupida encima. Lo que obtenemos entonces es un producto sin igual, un urgido amasijo erótico- kitsch acorde a su personalidad impulsiva y directa. ¿Acaso el cine de autor se construye solamente con buen tino? En su tosquedad el cine de Bó es perfectamente reconocible.

Ocupado como estaba, cada vez que emprendía una nueva película con su estrella particular, por sus múltiples tareas y líos con la censura, no podemos exigirle mucho al Armando Bó guionista. Todos sabían bien por qué compraban una entrada para sus películas, así que Bó bien podía limitarse a llenar con una somera historia los pocos vacios que dejaba en la pantalla la curvilínea presencia de Sarli. Y eso hacía muchas veces. La falta de inspiración no podía frenar la salida de otro producto Bo-Sarli. Pero todo guión, por más descuidado el escritor, se escribe línea por línea, entonces por ahí y por allá nos topamos con líneas que sacan a relucir brillo, de manera involuntaria por lo general, estallando en el absurdo y pronunciadas con una seriedad imposible de tomar en serio. No menos disfrutables, nada involuntarias y mayores en cantidad, son sus líneas picarescas de enigmático y añejo lunfardo. Este era otro aspecto por el cual la censura argentina lo tenía como hijo predilecto. En sus películas se siente el habla de las clases bajas, con su musicalidad agresiva ante la que no necesitas entender cada detalle para salir corriendo. Como muchos autores explotation de la época solía trucar cierta justificación moral para sus películas, colgándose de temas de “preocupación social”, como: la explotación del campesino (El trueno entre las hojas, Sabaleros), la reivindicación del obrero (La leona), la corrupción política (La señora del intendente), la prostitución (Una mariposa de la noche), la ninfomanía (Insaciable), la impotencia (Embrujada) hasta la violencia sin nombre propio e innata del ser humano, especialmente si es varón, hasta el patriotismo paisajístico con tal de congraciarse con el gobierno de turno que lo detestaba (Ultimo amor en tierra del fuego). Cualquier otro director explotation hubiera disgustado al público con temas tan oportunistas como esos, pero a diferencia de todos los otros, este era el único con su propia Isabel Sarli.


"Fiebre"(1970)

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Deliciosa película que tendría a un panel de sicoanalistas lamiéndose los labios. Un relato, nada sutil, sobre el deseo femenino, la animalidad del erotismo humano y sobre lo que algunos hombres creen que buscan las mujeres en el otro sexo: una erección perpetua.

Cuando esta película se estrenó algunos pensaron que Sarli tendría sexo con un caballo y, a decir verdad, por poco lo logra. Sandra (Sarli ya entrando en la madurez) es una señora viuda, dueña de un rancho de caballos de carrera. Su favorito es Fiebre, un potrillo que causa furor en las pistas. Para ella ese caballo simboliza la virilidad en estado puro y le recuerda constantemente la pasión carnal que compartió con su amante difunto José María (Armando Bó, naturalmente). En un largo flashback vemos que la insatisfecha Sandra, antes casada con el propietario del rancho, conoció a un triste leñador en las afueras de su propiedad. “¿Vive sólo aquí?”, le pregunta, “Sí, sólo alejado del mundo, es mi último refugio, después de esto la muerte”, responde el afligido José María. A pesar de su aparente falta de ímpetu, Sandra queda prendada de él y lo visitará en su cabaña para tener fulminantes encuentros amatorios. El marido la descubre y la encara pero Sandra, en lugar de pedirle perdón, lo desprecia y le recomienda que se mate. Así el marido engañado se pega un tiro en el establo. José María y Sandra continúan con su relación hasta que una noche, luego de otra jornada extenuante de sexo, el pobre leñador sufre un infarto. A partir de entonces la doblemente viuda vive ofuscada por el recuerdo del macho que la poseyó y proclama que el amor debe ser bestial. Rechaza reiteradas veces los afanes de su apoderado, que pretende conquistarla con el tradicional galanteo. Ella le aclara: “No quiero refinamientos de ninguna especie, quiero machos, así con mayúscula. Quiero hombres potentes, viriles, como los padrillos que hacen gozar a sus yeguas, con el sólo aporte de su virilidad, de su fuerza sexual que me enloquece (…) Nunca olvidaré la primera vez que vi un caballo en el acto sexual. Bárbaro.”

A Sandra, más que el resultado de las carreras, le preocupa que Fiebre no haya debutado sexualmente. Pero Fiebre se lesiona y lo retiran de las pistas para volverlo semental. Sandra al fin puede presenciar a su amado Fiebre, encarnación de José María, montar a una hembra. “Trae una botella de champán. Quiero brindar por Fiebre”, ordena. “Por Fiebre y por la potranca, señora, que también es primeriza”, agrega un peón. “Por ella no se preocupe, sólo acepta al macho, es una actitud pasiva. En cambio él…” Mientras los animales se aparean, hecho que se nos presenta cual pornografía equina, Sandra no puede evitar chuparse el meñique para contener su excitación.

Como pueden apreciar, “Fiebre” es una de las más agresivas películas de Sarli, nada es tibio aquí y los intentos de interpretarla son vanos. “Fiebre” además presenta secuencias onírico-masturbatorias que son un goce total. En ellas, Sandra mezcla el recuerdo de su potente amante con el apareamiento equino de Fiebre y con su propia imagen corriendo por el campo, con un vestido de tul transparente, y mordisqueando la hierba. Es más, en toda la película Sarli habla con un tono susurrante, al borde del orgasmo, parece que en cualquier momento va irse al baño a masturbarse. Los diálogos con el apoderado son imperdibles, en uno de ellos Sandra se fuma un porro sin saberlo. “¿Qué estamos fumando, Roberto?”, pregunta. “Te vendrá bien. Levanta el ánimo y hace soñar.” “¿Y por qué no me has dicho lo que era?” “¿Por qué? De pronto me ves como un caballo y decides conocerme más profundamente”. Lo que da pie a otra secuencia surrealista por donde se le mire.

Respecto a “Fiebre” es sabido que Bó rodó secuencias de mayor calibre para la versión internacional. Sarli ha contado que mientras para la versión argentina su personaje se alucinaba corriendo en tules traslúcidos, en la versión de “exportación” debía imitar a una yegua. “Coca, vos ahora te sentí yegua.”, le ordenaba Bó. “¡Sos una yegua! ¡Tenés que comer alfalfa, vamos come alfalfa! ¡Las yeguas comen alfalfa!”


IV - El corte vertical

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Obreros en busca de evasión, soldados en su día de franco, adolescentes avezados y con pinta de mayores, parejas sin dinero para el telo, jubilados que no renuncian a la fantasía, maridos cansados de no despertar junto a Sarli cada día, inmigrantes sin papeles ni escondite, estudiantes que no hacían los deberes. Este era parte del público que colmaba las salas cada vez que otra película de Bó-Sarli se estrenaba. Las clases superiores los llamaban con desprecio “grasa” o “mersa”, gente menos educada y pobre que no leía las reseñas ni se molestaba por un plano mal encuadrado o por la ausencia de verisimilitud. Ellos iban al cine por entretenimiento desbocado, sin pretensiones, y especialmente para perderse en la contemplación de ese gigantesco par de tetas que avasallaba la pantalla.

Pero Armando Bó e Isabel Sarli tuvieron un enemigo acérrimo que los persiguió con la misma tenacidad con la que Bó emprendía cada nueva película: la censura. El gobierno argentino, un estado con tradición represiva, no podía olvidarse de filtrar lo que llegaba al pueblo en las salas de cine. Para ello se oficializó en 1963, el Concejo Nacional Honorario de Calificación Cinematográfica, conformado por representantes de ministerios, Liga de Padres de Familia, Liga de Madres de Familia, Movimiento Familiar Cristiano y otras instituciones conservadoras. Este consejo tenía derecho a veto sobre toda película que encontraban culpable de apología del delito, del aborto, del divorcio, de la prostitución, la desnudez y las perversiones, es decir de aquello que era mejor no hablar y de lo que era mejor no tener en mente. Así pues sufrieron severos cortes el cine de horror, el cine independiente norteamericano, el cine europeo con ínfulas eróticas y, en especial, el cine nacional y sexualmente rudo de Armando Bó.

Desde el principio ante las películas de Bó-Sarli los censores hubieran querido aplicar un sólo “corte vertical” que las acabara. “En este país quisieron arreglar la moral a costa de mis películas. Yo me pregunto hasta qué grado la presencia de Isabel pudo perturbar a los señores como para hacerme pasar tantos fines de semana en una comisaría”. Esa era la rutina. Cada película afrontaba un penoso proceso antes de obtener el certificado que autorizara su estreno, lo que para Bó solía ser más estresante que la realización misma. Estallaba el escándalo después de terminado alguno de sus films particularmente picante, Bó era detenido durante un fin de semana por atentar contra la moral, pero gracias a la publicidad mediática y la presión de los distribuidores interesados en la desnuda rentabilidad de Sarli, las películas finalmente llegaban a los cines luego de escrutinio. Se dice que los acomodadores en ciertos cines solían informar: "Isabelita se baña a las 16.30, 18.30 y 20.30 horas". Así el espectador podía irse a tomar un café y regresar justo a tiempo para contemplar a la Coca en toda su redondez cinematográfica. Sin embargo, no siempre las películas podían pasar por el aro, “Insaciable”, por ejemplo, fue vetada totalmente por el gobierno militar a fines de los 70 y recién pudo estrenarse en 1984, tres años después de la muerte de Bó.

Sin duda, la larga lucha de Armando Bó contra la censura y la crítica fue la mayor amargura de su carrera. Su carácter apasionado no le permitía ser diplomático cuando debía negociar con un funcionario estatal o cuando un crítico despotricaba contra su cine en algún medio. Alguna vez irrumpió en un set de televisión para repartir trompadas en vivo contra un periodista de espectáculos. Más de una vez, preso de la frustración, repartió insultos contra quienes hacían sus películas incompresibles de tantos cortes impuestos. Sus fricciones con la censura no habían comenzando con Sarli, ya en “Pelota de Trapo” (1948) Bó había resistido presiones por el uso extendido de lenguaje callejero. Sin embargo, como se sabe, la censura no hace más que enardecer el interés del público, así que Bó no solía lamentarse por las salas vacías. Además, como ningún otro productor argentino de entonces, se las ingenió para vender su producto a mercados extranjeros mucho más permisivos para los cuales filmaba escenas adicionales de mayor calibre. Para el resto del mundo, Sarli era la bomba sexy de Sudamérica y no tenía sentido impedir que se muestre tal cual es.

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Pero entonces ¿quién es Isabel Sarli? Poco se sabe en realidad de una de las mujeres que más se ha desvestido frente a todos. Ella misma se calificó alguna vez de “pavota”. Jamás imaginó que en su vida tendría que congeniar timidez con desnudez. La primera vez que una cámara filmó sus senos ella no se daba por enterada y después simplemente era difícil decir “no” a lo que la sacaría de la pobreza para siempre. A ella lo que le gusta en realidad es cuidar de sus “bichitos”, es decir perros, pericos, tortugas e infinidad de otras mascotas que tuvo a su cuidado desde joven. Desde el principio las llevó consigo a los rodajes y se enfureció con Armando cuando este sacrificó lobos marinos para el espectáculo de “Y el demonio creó a los hombres” (1960).

Desde niña se sintió a gusto siendo dócil. Con una madre de carácter enérgico como único padre, que la concientizó en resistir la estrechez con la mesura, no parecía haber mejor opción. Después conoció a Armando y, como ella ha reconocido, pasó de estar sujeta a la autoridad de su madre a amar y someterse a otro ánimo impetuoso. “A lo mejor yo, por dentro, era más libre que mi mamá y que Armando, pero me dejé someter para que me quisieran”, manifestó alguna vez. Pero hay tímidas que salen respondonas.

La timidez de Sarli tenía el inmenso obstáculo de estar contenido en un cuerpo portentoso. El reto de su carrera era combinar la ostentación de su exuberancia con la actuación que exigían los esquemas de la narración. El público argentino entendió que Sarli les correspondía tanto como Sofía Loren y Gina Lollobrigida eran para Italia. Una morocha blanca de 1,66 m, 60 cm de cintura y, sobretodo, 98 cm de busto imposibles de disimular. ¿Qué cara poner cuando tu personaje siempre está antecedido por semejante par de tetas? Su bello rostro de ojos pardos, enmarcado en una profusa cabellera negra, solía vacilar entre la dulzura, la provocación, la resignación, la indiferencia, hasta el adormecimiento y la inconsciencia. Sarli despertaba tanto deseo desbocado como ternura. A veces querías recostar tu cabeza entre sus senos hasta quedarte dormido, otras poseerla hasta el amanecer.

Mientras Armando debía cargar con toda la mala fama de ser un productor de películas eróticas, nadie quería recriminar nada a Sarli. Fuera de la pantalla, Sarli jamás promovió la liberación sexual, la píldora anticonceptiva, su madre era su santa, su amor por los animales es desmedido, no tenía interés alguno por las fiestas y el alcohol, la vida farandulera, tampoco era buena bailarina, ni siquiera se jactaba de ser actriz. Sabía que la gente la admiraba por su cuerpo, pero pedía respeto, que no la compararan, que hicieran el esfuerzo de ver arte en su carnosidad. De su larga filmografía prefiere "La burrerita de Ypacarai" (1961), la más soft de sus películas. A diferencia de otras divas, no parecía demasiado orgullosa de ser sexy, simplemente el mundo la había puesto en ese camino, este mundo regido por hombres que imponen sus libidinosos reglamentos. ¿Cómo no quererla?

Quizá su timidez encontraba resguardo aún estando desnuda, ocultándose detrás de un gran par de tetas. Isabel sabía que ellas, rechonchas con sus areolas y pezones palo rosa, captaban una buena parte de la atención, por lo que podía sentirse más segura en todo lo demás. Eran tiempos en que nadie podía alardear de un par así si natura no la había dispuesto. Tal vez eso inspiró en Bó la idea de ambientar sus películas en ámbitos naturales imponentes. Los senos de Sarli eran una presencia permanente. Los escotes acentuados eran obligatorios incluso cuando iba de luto riguroso. Cuando Isabel se encontraba acongojada, o en la antesala de la excitación, se abrazaba a sus senos para tener alivio. Si un hombre la poseía, Sarli solía ofrecer sus tetas, una en cada mano. Los personajes solían referirse a ellas, las veían en alucinaciones o hacían chistes como en “Una viuda descocada” (1980) cuando el mayordomo gay exclama al ver a Sarli meterse en la parte honda del agua: “¡Uhhh, mamita querida, dos pelados nadando!”.

Pero vale insistir en que esa tetamenta no habría sido memorable sino no hubiera estado Armando Bó como su fervoroso promotor. A diferencia de Roger Vadim, quien fuera descubridor y envidiado esposo de Brigitte Bardot, Armando Bó ya estaba casado cuando conoció a su musa, lo que no impidió que su alianza con ella durara por el resto de su vida. Vadim en cambio luego se casó con otro sex-symbol y luego con otro más. Al principio de su sociedad, Sarli tuvo dudas acerca de encasillarse como una sexy de serie B, intentó probar suerte con otro director en “Setenta veces siete” (1962) que resultó un fiasco y le hizo comprender, lo que Bó le recalcaría después, que una película de Sarli sin desnudos era como una de Sandro sin canto. Además el mundo del cine le parecía demasiado agresivo, con tantos egos inflados y engreídos, al borde del ataque de nervios y dispuestos a arrancarse los pelos por un porcentaje.

Entonces Isabel decidió volver a la dirección de Armando Bó, de la que ya no se apartaría hasta su muerte. Tampoco era fácil la vida junto a él. Se repartían las labores de producción (Sarli podía negociar gracias a su buen inglés con los empresarios extranjeros), las ganancias y el malestar por la intromisión de la censura y los medios. Tuvieron que acostumbrarse a repetir lo que nadie les creía, que no tenían una relación sentimental, pues Bó era casado con dos hijos y Sarli era sólo su socia. En cierta conferencia por enésima vez Armando tuvo que responder al respecto: “Aparece siempre al lado de Isabel Sarli, ¿por qué?”, preguntó alguien del público. “¿Y a vos no te gustaría estar al lado de Isabel Sarli?”. “No, no, no.” “¿No te gusta? ¡Y sos tarado, entonces!”. Isabel solía ser más cordial cuando le tocaba responder esas preguntas, a pesar que tenía que aguantarse siempre ser la pareja no oficial su gran amor y no tener nunca hijos. “Nuestros hijos son nuestras películas”, la consolaba Armando, preocupado también en que una posible maternidad arruine la anatomía que les daba de comer.

Tampoco era fácil trabajar juntos. Bó estiraba al máximo su ínfimo presupuesto y nunca confió más en la planificación y el guión que en sus propios instintos in situ, mientras que Sarli, a pesar de la experiencia, nunca se sentía a gusto desnudándose frente a las cámaras (es decir frente a otros que no fueran Bó), tampoco bailando ni simulando un sentimiento que no sentía. Cómo Bó no podía darse el lujo de repetir tomas debía ingeniárselas para hacer que Sarli “entrara en el papel” rápidamente. Y entre sus métodos estaban varios tragos de ron, zarandearla, gritarle y, alguna vez, hasta meter su cabeza en un balde con hierba humeante para darle un aspecto ofuscado cuando hacía falta. Los desnudos eran lo más difícil, Sarli no daba besos a extraños y pedía, además de la copita, que sólo permanezcan los indispensables antes de quitarse la ropa. Incluso en algunas películas, los planos detalle de manos tocando sus pechos no las realizaba el actor de turno, sino eran las manos del celoso Bó tocando su mercancía exclusiva.

A partir de “Y el demonio creó a los hombres” (1960), Armando fue entrenando a su hijo adolescente para que en los años siguientes alterne y supliera a su padre en los roles de galán, cuando este ya no tenga ni el físico ni el ánimo, preservando así el negocio dentro de la familia. Víctor superaba en mucho la apostura de su padre, siempre era el más alto del encuadre, esbelto y con un rostro cuyo candor juvenil hacia buen contraste con el constreñimiento facial de Armando. Como actor Víctor era de la misma escuela de Sarli, hasta peor, pero qué importaba si gracias al hijo, Bó tenía ahora dos personas hermosas que ponían la cara en sus películas. En las escenas de cama con Sarli, que no eran pocas, Víctor era comprensiblemente mucho más recatado. No debe ser fácil tocar a la mujer de tu padre, mientras este te apunta con una cámara y te da instrucciones. Pero como tampoco se trataba de su madre y por exigencias dramáticas, era inevitable que Víctor se llevara una buena cuota.

Toda esta empresa terminó en marzo de 1981, cuando Armando Bó de 67 años, que nunca gustó de los chequeos médicos, es sorprendido en Estados Unidos por un ataque de dolor causado por un cáncer. Sarli acompañó al agónico Bó incluso en su casa de familia, donde sólo por esa razón se le permitió entrar. Murió en octubre. El cine murió para Sarli. Y la censura en Argentina fue abolida dos años después, como si ya no tuviera razón de existir una vez muerto Bó.

A partir de entonces, Sarli pasaba las horas en compañía de su elenco de mascotas, mientras a su puerta sólo tocaban proyectos deplorables que le exigían mucha más vulgaridad que la acostumbrada. Se retiró. Para Sarli ya sólo quedaba el terreno del mito. Las generaciones post-censura la adorarían, entre ellos Jorge Polaco, el único director que sería capaz de convencerla de volver al cine en 1996 para protagonizar su churrigueresca “La dama regresa”. Pero eso fue algo excepcional, como fueron otras esporádicas apariciones teatrales (como “Tetanic”). Sin embargo, de cuando en cuando, Sarli todavía siente melancolía por la ausencia de Bó y, según ha contado, todavía se pregunta a qué se refirió cuando Armando le dijo, en su agonía: “Algunos vienen a este mundo con una cruz. Vos viniste con una cruz y la cargarás de por vida…” Delirios de la morfina, quizá.


"La mujer de mi padre"(1968)

“Condénenme si quieren y mándenme al infierno por yo querer, a la mujer… de mi padre”, con letra de bolero kitsh hecho a medida por Luis Alberto Del Paraná, arranca esta película que por única vez enfrentó en la ficción a padre e hijo por las atenciones carnales de la Sarli.

Mientras el padre goza con su amante dominical, el hijo al fin encuentra su cabaña perdida en la selva. Ella se pone una bata y va atender la puerta. “¿Usted es Mario?” “Si, ¿y usted es?”, “¿Yo?- sonríe y apoya una mano detrás de su cabeza, cual pose de calendario- la mujer de su padre”. Arranca el bolero.

El padre es un leñador solitario (otra vez) cuya única alegría es la visita de su amante todos los domingos. El hijo no ha visto a su padre por mucho tiempo, pero no sabremos por qué se separaron ni porque este luego salió a buscarlo. En el camino se encuentra en una cantina con Eva y siente deseo por ella. Sarli es en esta ocasión una mariposa nocturna que baila en una cantina rural “Lamento boricano”, entre otras canciones populares, fuma puros sin parar, no quiere depender de nadie y tiene diálogos con un tipejo aspirante a caficho, disgustado porque nunca tuvo la suerte de acostarse con ella. Y las cataratas de Iguazú envolviéndolos a todos.

Como el joven Mario también está caliente por Eva, la visita de su hijo resulta una catástrofe para el viejo. Entonces Eva decide ya no visitar la cabaña los domingos para no crear problemas. La situación empeora gracias a la cizaña del caficho, el estereotipo de villano para Bó: el que está asado porque Sarli nunca le dará bola por las buenas ni las malas. El chisme logra que Armando persiga a su hijo con el hacha en alto a través del bosque.

La película fluye a pesar que las actuaciones parecen ejecutadas bajo efecto de algún tranquilizante, o tal vez sea el calor de la zona. El caficho es el mejor, un bribón de estampilla que le saca a Sarli sus mejores frases, algunas dichas través del denso humo de habano que tapa su cara. “¿Lo has dejado?”- le pregunta refiriéndose al viejo-. “Si, porque me pegó”. “¡Se lo has permitido, es un idiota!”. “Pude impedirlo”. “¿Y?” “No quise. Me gustó que me pegara”. Por más que Bó haya pretendido hacer una película seria donde la juventud y la vejez se enfrenten por una pasión primordial del hombre, la mujer, no podemos evitar carcajearnos con diálogos así: “¿De qué te ries?”, dice el padre al creer oír una risita burlona de su hijo, “¿Yo? ¿De qué voy a reírme?” “Tienes razón, creo que no hay motivos para reírse.”

Pero como Armando Bó nunca perdía a Sarli en sus películas ni fuera de ellas, tampoco es esta la ocasión. Así que después de forcejeos y gritos entre los personajes y varios baños de Eva en las cataratas, todo vuelve a la normalidad cuando el hijo acepta al último momento irse y no ser más un obstáculo para que su padre la pase bonito. Mario recapacita para impedir que su padre se marche solo. “Perdóname, perdóname por haber pretendido…”, le dice a Eva con unas lagrimitas. “¿…a la mujer de tu padre?”, Sarli le completa la oración. Padre e hijo quedan como buenos amigos. “Vení cuando quieras”, dice el padre como despedida, “pero los domingos…no”.


Fuentes:
* Barrientos, Daniel. Entrevista a Isabel Sarli. Septiembre 2008 http://www.ipernity.com/doc/54132/2853874
* Calleja, Pedro. Entrevista con la Coca Sarli. Septiembre 2002. Publicada en el fanzine
2000 maniacos.
* Calleja, Pedro. "Isabel Sarli: la diosa neumática. Coca para todos". Marzo 2008 http://pedrocalleja.blogia.com/2008/031702-isabel-sarli-la-diosa-neumatica.-coca-para-todos-.php
* Curubeto, Diego. "Carne sobre Carne", publicado en "Mondo Macabro". Peter Tombs (Compilador). Festival de Sitges 2003. Artículo: http://www.rollingstone.com.ar/nota.asp?nota_id=1228754
* Diment, Javier. Fiebre. Revista Mabuse, versión digital. http://www.mabuse.com.ar/mabuse/fiebre.htm
* Castagna, Gustavo. "Armando Bó e Isabel Sarli. El buen salvaje y la mujer codiciada". Historia analitica de los medios argentinos y latinoamericanos. http://www.hamalweb.com.ar/armandobo.html
* Fittipaldi, Luis Maria. "Reina Isabel, el sexo ingenuo". Rosariocine.com.ar http://www.rosariocine.com.ar/?sitio=in14
* Gociol, Judith. "Isabel Sarli de frente", publicado en revista Gatopardo Nº22 marzo 2002 http://lavaca.org/notas/isabel-sarli-la ... a-morocha/
* Romano, Nestor. Isabel Sarli al desnudo . Ediciones de la Urraca. 1995.

Agradecimiento:
Este ensayo fue posible gracias a Ariel Horton, del blog argentino "Café y cigarrillos", quien me facilitó las películas "Carne" y "Fiebre" con las que comenzó todo.
"Café y cigarrillos" ha publicado una seleccion de películas de Sarli para descargar. Blog: http://www.cafeycigarrillos.com.ar/
Ver: http://www.cafeycigarrillos.com.ar/2009 ... bel-sarli/ o http://www.tipete.com/userpost/peliculas-series-y-tv-gratis/colecci%C3%B3n-isabel-sarli-4-pel%C3%ADculas

AUTORA: Andrés Mego de Lima, Peru. Blog: http://www.tetonadefellini.com/
FUENTE: http://www.tetonadefellini.com/2010/03/ ... do-bo.html

ENLACES ADICIONALES:
http://celebsworldwide.com/I-04.html (4 Clips) [+18]
http://planetsuzy.org/showthread.php?p=1813465 (Clips e imágenes) [+18]
http://vintage-erotica-forum.com/t9082-isabel-sarli.html (Clips e imágenes) [+18]
Isabel Sarli, carne Argentina de exportación http://www.pasadizo.com/index.php?option=com_content&view=article&id=982
Carne sobre Carne. 9 peliculas de Isabel Sarli y más. http://www.taringa.net/posts/tv-peliculas-series/4284169/
http://diegopares.blogspot.com.ar/2011/06/coca.html
http://liensuggestif.blogspot.com.ar/
http://lopior-delared.blogspot.com.ar/search/label/Isabel%20Sarli