La inocencia es un término que describe la carencia de culpabilidad de un individuo con respecto a un crimen. Puede también ser utilizada para indicar una carencia general de culpabilidad con respecto a cualquier clase de crimen, de pecado o de fechoría.
Puede también hacer referencia a un estado de desconocimiento, donde se da una menor experiencia bien en una visión relativa a los iguales sociales, bien por una comparación absoluta a una escala normativa más común. En contraste con la ignorancia, la inocencia se toma generalmente como un término positivo, denotando una visión dichosamente positiva del mundo, en particular una en que la carencia de conocimiento proviene de una carencia de maldad, mientras que el mayor conocimiento proviene de hacer mal. Esta connotación se puede conectar con una falsa etimología popular que explica el término inocente como el que no sabe (el noscere latino).
La gente que carece de capacidad mental de entender la naturaleza de sus actos puede ser considerado inocente sin importar su comportamiento. De este significado viene el término inocente para referirse a un niño de corta edad carente de razón o una persona de cualquier edad, que esté seriamente discapacitada mentalmente.
En algunos casos, el término inocencia connota un significado peyorativo cuando un nivel determinado de experiencia dicta un discurso común o calificaciones de base para la entrada en otra experiencia social diferente. Puesto que la experiencia es el primer factor para la determinación del punto de vista de una persona, la inocencia a menudo también se utiliza para implicar una ignorancia o carencia de experiencia personal por lo que en su sentido mas extremo negativo puede ser causante de lastima.
La inocencia se representa bajo la figura de una joven, coronada de flores que se lava las manos en una jofaina colocada sobre un pedestal teniendo cerca de ella un cordero blanco.
El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico (relativo a la historia de las vidas de los santos) del cristianismo: el mito de la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
La iglesia católica recuerda este acontecimiento el 28 de diciembre, aunque de acuerdo con los Evangelios, la matanza debió haber sucedido después de la visita de los Reyes Magos al rey Herodes (uno o dos días después del 6 de enero), aunque también la fecha de la adoración de los Reyes Magos a Jesús no tiene una fecha dada exactamente en las escrituras.
En Hispanoamérica y en España es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole. Los medios de comunicación hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la información parezca real. Se trata de una libertad que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es día de los inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engañan al lector desprevenido. El día de los inocentes se vive en todo el mundo hispanohablante.
En algunas zonas de América es importante no prestar ningún bien, sea objeto o dinero, pues el prestatario es libre de apropiarse de los bienes. Este tipo de festejo ha venido a menos en años recientes y ya no es usual que la gente pida prestado con la esperanza de que el prestador no recuerde la fecha y se le pueda hacer mofa con la muy popular frase: «Inocente palomita que te dejaste engañar» o su versión ampliada: «Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar» o «Inocente palomita que te dejaste engañar, hoy día de los inocentes te dejaste engañar», «Que la inocencia te valga» o «Herodes mandó a Pilatos, Pilatos mandó a su gente; el que presta en este día pasará por inocente»;«Inocente palomita te dejaste engañar hoy por ser día 28 en nadie debes confiar».
El 1° de abril tiene lugar una tradición similar, el pescado de abril, cuyos orígenes no guardan relación con la leyenda bíblica que originó el Día de los Inocentes. Se celebra en Italia, Francia, Portugal, Alemania, Polonia (Prima Aprilis), Reino Unido, Estados Unidos y otros países, así como también en la isla de Menorca, en España, debido a su pasado francés y anglosajón, donde es conocido como el poisson d'avril ('pescado de abril') o el Dia d'enganar ('día de engañar').
Puede también hacer referencia a un estado de desconocimiento, donde se da una menor experiencia bien en una visión relativa a los iguales sociales, bien por una comparación absoluta a una escala normativa más común. En contraste con la ignorancia, la inocencia se toma generalmente como un término positivo, denotando una visión dichosamente positiva del mundo, en particular una en que la carencia de conocimiento proviene de una carencia de maldad, mientras que el mayor conocimiento proviene de hacer mal. Esta connotación se puede conectar con una falsa etimología popular que explica el término inocente como el que no sabe (el noscere latino).
La gente que carece de capacidad mental de entender la naturaleza de sus actos puede ser considerado inocente sin importar su comportamiento. De este significado viene el término inocente para referirse a un niño de corta edad carente de razón o una persona de cualquier edad, que esté seriamente discapacitada mentalmente.
En algunos casos, el término inocencia connota un significado peyorativo cuando un nivel determinado de experiencia dicta un discurso común o calificaciones de base para la entrada en otra experiencia social diferente. Puesto que la experiencia es el primer factor para la determinación del punto de vista de una persona, la inocencia a menudo también se utiliza para implicar una ignorancia o carencia de experiencia personal por lo que en su sentido mas extremo negativo puede ser causante de lastima.
La inocencia se representa bajo la figura de una joven, coronada de flores que se lava las manos en una jofaina colocada sobre un pedestal teniendo cerca de ella un cordero blanco.
El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico (relativo a la historia de las vidas de los santos) del cristianismo: el mito de la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
La iglesia católica recuerda este acontecimiento el 28 de diciembre, aunque de acuerdo con los Evangelios, la matanza debió haber sucedido después de la visita de los Reyes Magos al rey Herodes (uno o dos días después del 6 de enero), aunque también la fecha de la adoración de los Reyes Magos a Jesús no tiene una fecha dada exactamente en las escrituras.
En Hispanoamérica y en España es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole. Los medios de comunicación hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la información parezca real. Se trata de una libertad que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es día de los inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engañan al lector desprevenido. El día de los inocentes se vive en todo el mundo hispanohablante.
En algunas zonas de América es importante no prestar ningún bien, sea objeto o dinero, pues el prestatario es libre de apropiarse de los bienes. Este tipo de festejo ha venido a menos en años recientes y ya no es usual que la gente pida prestado con la esperanza de que el prestador no recuerde la fecha y se le pueda hacer mofa con la muy popular frase: «Inocente palomita que te dejaste engañar» o su versión ampliada: «Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar» o «Inocente palomita que te dejaste engañar, hoy día de los inocentes te dejaste engañar», «Que la inocencia te valga» o «Herodes mandó a Pilatos, Pilatos mandó a su gente; el que presta en este día pasará por inocente»;«Inocente palomita te dejaste engañar hoy por ser día 28 en nadie debes confiar».
El 1° de abril tiene lugar una tradición similar, el pescado de abril, cuyos orígenes no guardan relación con la leyenda bíblica que originó el Día de los Inocentes. Se celebra en Italia, Francia, Portugal, Alemania, Polonia (Prima Aprilis), Reino Unido, Estados Unidos y otros países, así como también en la isla de Menorca, en España, debido a su pasado francés y anglosajón, donde es conocido como el poisson d'avril ('pescado de abril') o el Dia d'enganar ('día de engañar').