La re-reelección está fenómena
Por Alejandro Borensztein02/09/12
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, no es que el Gobierno sea malo sino que no sabe explicar correctamente las cosas lindas que hace y, mucho menos aún, las bellezas que tiene pensado hacer.
Esto nunca quedó tan claro como en las últimas semanas. El proyecto nacional y propietario del campo popular (en realidad, firmó el boleto pero todavía no pudieron escriturar porque quieren pagar en pesos a 4,60 y no se los aceptan), en su lucha contra el 46% de sicarios húngaros que aún habitan estas tierras, se ha propuesto un nuevo objetivo: reformar la Constitución para permitir que la Presidenta pueda volver a postularse todas las veces que se le dé la gana.
En apoyo a la reforma, un grupo de intelectuales y escritores kirchneristas/peronistas denominado Carta Abierta escribió un manifiesto que arranca con esta frase (por favor leer con calma): “El actual gobierno mantiene una diferencia que se hace notoria cuando crece la espesura de hechos que son portadores de cierta turbación y ambigüedad”. Y pensar que después esta gente se pregunta por qué Borges era tan gorila.
No hay que complicarse tanto. Es mucho más simple decir que la Presidenta es lo más grande que hay y que no es momento para hacerse los fifís con la Constitución. No hay que dar demasiadas explicaciones para justificar que nos vamos a volver a llevar puesta la Carta Magna , como hicimos con Menem, ahora para permitir la reelección indefinida. Simplemente, lo vamos a hacer porque nos conviene. No empecemos con argumentaciones rebuscadas porque el tiro nos puede salir por la culata.
Imagínense si el presidente, en lugar de la Jefa, fuera por ejemplo Aldo Rico. ¿Querríamos nosotros la reelección indefinida? ¿Y si después gana Macri y el tipo se quiere quedar para siempre ? En ese caso, ya no sería la Jefa quien alcanzaría la estatura política de Stroessner o Gildo Insfrán, sino que lo sería el mismísimo Compañero Mauri. ¿Qué manifiesto escribirían en ese caso los cráneos de Carta Abierta? Dirían acaso: “La nueva espesura de los hechos amerita la finitud de esta derecha rica en iconografías retrógradas que, pese a estar calcinadas por el transcurrir de la meseta temporal, aún nos muestra el cutis de la insolencia burguesa”. O van a decir: “La puta madre… ¿y ahora qué carajo hacemos?” Hablemos clarito: queremos que la Jefa siga, y a otra cosa mariposa. No expliquemos más nada, ni les contestemos a los exquisitos del estado de derecho.
En cualquier lugar del mundo, cuando hay un córner el jugador va hacia el ángulo de la cancha, acomoda la pelota y patea. Acá es casi igual, sólo que cuando el jugador se acerca al banderín del córner, aparecen 2 policías con escudos protectores para evitar que los gargajos de los hinchas contrarios ahoguen al pobre tipo. Esto sucede en cada córner, en cada partido y en cada cancha de todo el país. (Salvo en el Monumental y un par de estadios más, porque los hinchas están lejos y las escupidas no llegan ). Así somos. No empecemos con sutilezas institucionales porque no estamos para eso.
Acá cumplimos las leyes cuando se puede. Y cuando conviene. Ejemplo. Usted viene un domingo al mediodía en su auto con la patrona y los chicos. Ella le va cebando un matecito y usted va manejando con la ventana baja y el codito afuera. De repente, en la esquina de Juan B. Justo y San Martín, el semáforo se pone rojo. Obviamente usted frena. No le cuesta nada. ¿Qué apuro hay si total no tiene nada que hacer? En este caso, usted es un ciudadano respetuoso de la ley y el estado de derecho. Propiamente, un sueco.
Pero si es martes a las tres menos cuarto de la tarde y usted va a toda velocidad porque le va a cerrar el banco, y al llegar a la esquina de Corrientes y Callao el semáforo se pone rojo, ¿usted qué hace? ¿Respeta la ley? No. ¿Conviene violarla? Y sí. ¿Hay peligro? Y bueh, todo no se puede.
Cuando nos conviene somos suecos y cuando nos conviene somos gurkas.
Ernesto Laclau, filósofo argentino, teórico preferido del kirchnerismo y propulsor de la reforma, dijo textualmente: “Los países sudamericanos necesitan de la reelección indefinida para garantizar la continuidad de la transformación”. El tipo, que no es ningún boludo, lo dice cómodamente desde donde vive en Londres , no sea cosa que acá la transformación sea tan transformadora que lo manden a viajar en el Sarmiento, le pesifiquen sus libras y le estaticen el gato. Su extraordinaria frase no es más que una elegante manera de decir que deben gobernar para siempre los políticos que a él le gustan.
Lindo gurka
Bastante parecido a cuando los militares decían, en su locura feroz, que las urnas estaban bien guardadas. Obvio. Si las sacaban se las llenaban de votos radicales y peronistas , como finalmente ocurrió en el 83. Pero si en ese momento ellos hubieran estado seguros de que, ante una convocatoria electoral, triunfaba la fórmula Videla-Massera , ¿las hubieron tenido tan guardadas? Minga.
Yo no sé si los pibes pueden votar a los 16 años. Posiblemente sí. Pero si descubriéramos que entre los adolescentes se pone de moda usar remeras con la cara de Margarita Stolbizer , ¿estaría el gobierno tan apurado por aprobar esto? Mmmmm.
Hablemos claro, como la reconocida estadista y pensadora latinoamericana Diana Conti cuando dijo: “Queremos una Cristina eterna”. O el consagrado trovador Amado de América (dicen que si logra meter un hit, en lugar de disco de oro, el sello discográfico le va a entregar una moneda de oro con la cara de Vanderfrula ) cuando declaró textualmente: “La gente se muere de ganas de que siga Cristina” , lo cual es absolutamente cierto porque, como todo el mundo sabe, el país se divide entre la gente y los húngaros. También dijo que “Cristina es la líder espiritual de todos los argentinos” , pero esa joyita la dejo para otra nota.
Ahora vamos por la reelección indefinida. Sin caretas. Los límites constitucionales al poder son un problema para los americanos, los escandinavos, los franceses o los uruguayos. Allá ellos con esas pavadas.
La Presidenta dijo el jueves: “No somos un país fascista sino uno profundamente democrático”. Caramba, qué feo exabrupto. Qué ganas de arruinar el estofado. Por suerte, ya vendrán nuevas frases geniales que nos harán olvidar este tropiezo de la Jefa. Mi adorable reencarnación de una gran arquitecta egipcia no nos va a defraudar.
Dice la viuda de Kirchner
El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista, mientras su base intelectual plantea una sumisión de la razón a la voluntad y la acción, un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos por un eficaz aparato de propaganda, un componente social interclasista, y una negación a ubicarse en el espectro político (izquierdas o derechas).
Si alguien considera que la descripción no le va como anillo al dedo a la Argentina kirchnerista, me avisa.
Lo que dice el nuevo estilo oratorio de Cristina Kirchner
El stand-up de la Presidenta
Por Beatriz Sarlo | Para LA NACION
La Presidenta ha cambiado notablemente su oratoria.
Todos los observadores coinciden en que está "más suelta". Yo diría que
muchas veces se muestra sencillamente pintoresca.
Antes de esta transformación, desde la muerte de Néstor Kirchner en sus discursos incrustaba bloques de alto dramatismo, cuando mentaba, con la voz estrangulada por la emoción, su soledad y su voluntad de sobreponerse. La intensidad, aunque no ha desaparecido, hoy dura menos. En su lugar, están las ocurrencias de una espontaneidad libre de ataduras, que trae anécdotas, gustos, recuerdos, diálogos con la platea, bromas, sonrisas, miradas de costado, revoloteo de manos y pasos de baile tan expresivos que no sería justo citar sólo por escrito, sin los gestos. No voy a citar, me voy a privar de esa prueba que puede verse en www.presidencia.gov.ar/discursos .
El stand-up comedy presidencial, es decir el momento en que Cristina Kirchner improvisa en primerísima persona, tiene un público que parece disfrutar de esa fórmula escénica. Hace dos días, detuve el cuadro de video sobre una panorámica que mostraba a ese público en un salón de la Casa de Gobierno. Lo vi a Filmus riéndose ante un intercambio de datos sobre el origen étnico del comandante Chávez; quien los proporcionaba a la Presidenta era el secretario de Comercio, que se tocó la cabeza e hizo el gesto de enrularse el pelo. Rápida, la Presidenta captó que los gestos de Moreno sugerían que Chávez tenía mota. Y fue ésa la palabra que empleó. Me imaginé a un Filmus políticamente correcto, en alguna otra vida pasada, predicando ante unos niños que con esas cosas no debía bromearse. Hasta que festejó ese momento del stand-up presidencial, Filmus era un señor correcto, serio, con cara de aburrido, convencional. ¿Qué le pasa a esta gente? ¿Qué creen que se les pide? ¿Qué temen si no se ríen con obsecuencia?
Lo que le pase a Filmus, en realidad, tiene poca importancia. Dejará de reír y seguramente se sentirá más cómodo con un cambio en el estilo presidencial. Las salidas de tono de la Presidenta, cuando incursiona en el stand-up, son la incógnita para analizar. En el pasado, el registro más usual de Cristina Kirchner (mientras fue diputada y senadora) era tecnocrático. Hablaba de corrido una jerga de informe socioeconómico. Era evidente que se aplicaba a preparar esas intervenciones que luego hacía "de memoria". Después de presidentes que improvisaban mal y no aprendían de memoria, como Menem, ganaba de punta a punta. Kirchner era un orador directo, pasional y desgalichado; por el contrario, su esposa parecía la universitaria del tándem. Le faltaba algo para ser una oradora tan buena como se creía: no tenía temperatura escénica (a lo Lula) ni parecía una académica destacada (a lo Fernando Henrique Cardoso o Ricardo Lagos).
Se dirá que estas cuestiones carecen de importancia política. Creo, en cambio, que son importantes, porque no muestran simplemente modos de hablar, sino la relación que alguien mantiene con su propia imagen pública. Cada uno habla del modo en que se siente autorizado a hablar por sus antecedentes o su poder.
Cristina, en esta nueva forma de su oratoria, habla como alguien que piensa que sus más triviales ocurrencias pesan y, por lo tanto, deben ser comunicadas a la ciudadanía. Mientras su oratoria fue tecnocrática y populista (una buena mezcla), era unánime la opinión de que se adecuaba a las necesidades de su lugar político. Se toleraban sus sarcasmos, porque se los consideraba una manifestación de su inteligencia. Después, cuando atravesó el capítulo dramático de poner en escena el dolor y el duelo, recibió la paciente solidaridad de sus oyentes. Ahora, en este giro hacia el stand-up, corre un riesgo que antes no corría: ¿es graciosa cuando canta un jingle o revolea los ojos? Si la parodia falla, el stand-up se desmorona.
Hay una sombra de omnipotencia en este nuevo estilo oratorio de la Presidenta. Los buenos oradores políticos conocen perfectamente cuál es su género y, sobre todo, saben que no todos los géneros les quedan bien. La Presidenta parece haber perdido esta capacidad de distinguir.
A esto podría responderse con dos objeciones. La primera es que sus discursos son exitosos. Tal afirmación es incomprobable, salvo que las plateas cautivas de la Presidenta sean tomadas como adecuada muestra sociológica (como si las risas grabadas de la televisión sirvieran para probar el alto rating de un programa). La segunda objeción es que todo mi argumento carece de importancia y que lo que importa en los políticos es lo que hacen, no lo que dicen.
Es un error separar la acción política del discurso que la acompaña. El estilo de la explicación indica mucho sobre la idea que un político tiene acerca de sí mismo. El profundo autocentramiento de la Presidenta es tan visible en sus discursos como en el verticalismo que es el sello de su gobierno. La forma de sus teleconferencias enfatiza su concentrado personalismo para dirigirse a gobernadores, intendentes o (peor aún) gente de lugares alejados donde se inaugura o reinaugura una obra. Parece una señora que habla con subordinados, a los que trata con una confianza condescendiente que ellos jamás podrían devolver: bromas, preguntas, comentarios van en dirección única, de arriba para abajo. Es paternalista un discurso que coloca a su interlocutor en un lugar desde donde no puede responder sino celebrando a quien le habla. En la primera mitad del siglo XX, se llamó a este estilo populismo oligárquico, de patrón de estancia. Hoy es populismo de burguesa próspera, convencida de que todos sus actos son para beneficiar a esa pobre gente que la escucha.
Sintonizo con frecuencia el canal Unasur. Allí puede escucharse a Chávez, un colorido orador antiimperialista, seguro dentro de esa cultura, y con sensibilidad verbal para diferentes registros: de la maldición a la amenaza, de la promesa a la confianza. Independientemente del juicio que se tenga sobre su política, Chávez tiene estilo. Los discursos de la Presidenta no pertenecen a esa tradición, como si no los hubiera practicado antes. Esto es particularmente evidente cuando se mete en la historia del siglo XIX y primera mitad del XX, con la insegura brevedad de alguien que no avanza por campo conocido.
Todo esto conforma una personalidad política (no hablo de inabordable psicología, sino de rasgos ideológicos). Todos los grandes dirigentes han sido juzgados no sólo por sus obras, sino también por sus discursos, desde Sarmiento hasta Perón. Los discursos son una de las materias en que se expresa y se define un estilo de gobierno y una concepción del poder. El centralismo verticalista produce una atmósfera de encierro, en la que Cristina Kirchner se mueve como si fuera el medio más favorable a su espontaneidad. Si un dirigente cree que está autorizado a decir cualquier cosa en cualquier momento, incluso malos chistes, ha perdido una conciencia de los límites dentro de los que se ejerce siempre, en todas partes, un poder que sea legítimo no sólo por los fines perseguidos, sobre los que puede disentirse, no sólo por los medios utilizados, que pueden discutirse, sino por las formas de comunicarlos.
Cristina Kirchner dijo que, en caso de usar un poco menos la cadena nacional, los opositores malévolos ya estarían preguntándose dónde está la Presidenta. Probablemente tenga razón. Ella es responsable de haber elegido esa incesante estrategia mediática. Si la deja de lado, es obvio que deberá reemplazarla por otra para evitar la pregunta que supone inminente, ya que la oposición en todas sus variantes le parece un ejército cuyo único impulso son las malas intenciones.
WedKom to Joddiwood !
Después de repasar la expansión del sector cinematográfico, la Presidenta precisó que el país “es el cuarto exportador mundial de contenidos audiovisuales”. Luego bromeó con su “amor” por la construcción (“debo ser la reencarnación de algún gran arquitecto egipcio”, dijo) y anunció que estaban “abiertos a todas las ideas y proyectos que presenten desarrolladores privados. Siempre partimos de un piso, nunca menos que esto, si vienen por más, mejor todavía”, afirmó CFK después del video que mostró algunas ideas sobre la propuesta. La isla contiene galpones y terrenos vacíos que el proyecto propone transformar en una “ciudadela de contenidos audiovisuales”, como se escuchó entre los invitados, que se animaron a comparar la iniciativa con la Cinecittà italiana.
El terreno ubicado en Puerto Madero pasará a manos de la Anses en un 99 por ciento y el porcentaje restante será para la Secretaría de Política Económica. En 30 días se abrirá la licitación para presentar los proyectos de “desarrolladores urbanos”, como anunció la Presidenta. “Va a haber un comité evaluador que va a estar integrado por Anses, la Secretaría de Comunicación, el Ministerio de Planificación, y también vamos a invitar al Gobierno de la Ciudad”, sostuvo, generando algunos tímidos chiflidos que quedaron allí.
Lo que tal vez pocos saben es que una idea muy parecida, con el proyecto de hacer una academia-industria audiovisual y generadora de contenidos para todo el mundo desde la Patagonia, se le hizo al gobierno de Jorge Sobisch cuando éste ya estaba embarcado en la carrera presidencial, en la gestión 2003-2007.
El autor de aquella iniciativa que no prosperó, fue el realizador cinematográfico Ricardo Wullicher, quien por entonces disfrutaba de los placeres del éxito tras haber producido uno de los grandes impactos del cine nacional, “Nueve Reinas”, el filme protagonizado por Ricardo Darín, que mereció una versión estadounidense hecha, precisamente, en Hollywood.
Wullicher, quien también había producido con su empresa la serie y el filme de animación combinado con actores de carne y hueso “Dibu”, o “Mi familia es un dibujo”, y que antes había filmado en San Martín de los Andes la película “La nave de los locos”, estaba muy enganchado con Neuquén.
A tal punto que consideró que sería la provincia ideal para montar una gran industria cultural, que combinara la enseñanza de las disciplinas audiovisuales con la producción industrial. En varias reuniones con funcionarios de aquella época, el director de “Quebracho” explicó la importancia del concepto de que la cultura debía encararse como una industria generadora de recursos, y que el país estaba posicionado de manera inmejorable para producir, por ejemplo, cine de animación, a menor costo de producción que otros países, y con una riqueza técnica y creativa singular.
Varios años después, la idea parece fructificar, por iniciativa del gobierno de Cristina Fernández, en el distrito de su archi-enemigo Mauricio Macri, a quien –prometió- se invitaría a participar de tan magno emprendimiento.
Neuquén, mientras tanto, sigue discutiendo la profundidad del vapuleado anfiteatro del Parque Central.
P.D.: Como siempre, ANSES para todo y jubilaciones de mierda para los que aportan al ANSES.
P.D.2: Ni en pedo ese predio va a dejar entrar al sicario húngaro ese de Eliseo Subiela, ¿ no ?
Arquitectos de ayer y hoy
¿De dónde me suenan?...ah, sí, de un tal Adolfo y de un tal Alberto...
¿Por qué esa fascinación por las obras faraónicas que, por lo general, no ya que no se terminan sino que ni siquiera empiezan?
A propósito, definamos "megalomanía":
Estado psicopatológico caracterizado por los delirios de grandeza, poder, riqueza u omnipotencia. A menudo el término se asocia a una obsesión compulsiva por tener el control. La palabra deriva de dos raíces griegas, manía (obsesión) y megas (grande). A veces es un síntoma de desórdenes psicológicos como el complejo de superioridad o la compulsión eufórica, donde el sujeto aquejado de esta perturbación tiende a ver situaciones que no existen, o a imaginarlas de una forma tal que sólo él termina creyendo. Las puede emplear para manipular sentimientos y situaciones de cualquier tipo. Es un mal estudiado por los especialistas desde tiempos muy remotos. Los ejemplos más comunes son de emperadores, monarcas y dictadores.
La megalomanía es una típica manía peroncha
Evita intervino personalmente en el proyecto, en parte inspirada por su visita a Los Inválidos, en París donde observó la tumba de Napoleón. Dijo que quería que el Monumento al Descamisado fuera el más alto, el más pesado, el más costoso del mundo, y que se viera desde lejos, como la Torre Eiffel. De acuerdo a algunas versiones, sería una obra faraónica: Tendría de 140 metros de altura, con una estatua de 53 metros y 16 figuras de 5 metros de alto cada una.
El Altar de la Patria
Se cree que el impulsor del proyecto fue José López Rega, quien en 1974 se convirtió en la influencia más poderosa del gobierno de María Estela Martínez de Perón. La idea de López Rega era la de crear un gran mausoleo en el que descansara el cuerpo embalsamado de Evita Perón junto a los restos de Juan Perón y de todos los próceres nacionales, incluyendo José de San Martín, Juan Manuel de Rosas, Hipólito Yrigoyen, Facundo Quiroga, Fray Mamerto Esquiú, y muchos otros.
Y más acá, perdón, es de Pasquín/12 pero no tiene ni una letra de desperdicio:
El Altar de tu Patria
Perdón por pasar estos links, pero son irresistibles:
La octava maravilla
ENLACES/FUENTES:
http://www.clarin.com/opinion/re-reeleccion-fenomena_0_766723374.html
http://hermanos-dios.blogspot.com.ar/
http://www.lanacion.com.ar/1498754-el-stand-up-de-la-presidenta
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-202230-2012-08-30.html
http://tiempo.infonews.com/2012/08/30/argentina-84615-crearan-un-polo-de-contenidos-audiovisuales-en-el-sur-porteno.php
http://www.diariamenteneuquen.com.ar/2012/08/29/el-hollywood-argentino-y-su-antecedente-en-neuquen/
http://martind1.blogspot.com.ar/2012/08/hombre-mirando-al-sorete.html
http://articulos-interesantes.blogspot.com.ar/2012/08/dice-la-viuda-de-kirchner.html
http://articulos-interesantes.blogspot.com.ar/2012/08/arquitectos-de-ayer-y-hoy.html
http://articulos-interesantes.blogspot.com.ar/2012/08/la-megalomania-es-una-tipica-mania.html