"Yo creo que Mort Cinder es en el fondo un ejemplo de la bondad, de bondad humana.
Es un hombre solidario, y trata esos dos sentimientos a traves de distintas épocas.
En Héctor (Oesterheld) siempre existió una vocación de justicia, que por ultimo es lo que determina su final… tan cruel.
En
todas sus historias se refleja eso: se refleja esa vocación de
justicia, esa lucha por la libertad donde está patentizada sobre todo en
el episodio de las Termópilas". Alberto Breccia
En 1962, Héctor Oesterheld y Alberto Breccia
crearon más por necesidad y urgencia (económica) que por un impulso
vital, una Obra de Arte. Y lo hicieron con el formato de una
historieta.Pero se salieron de los moldes. Esta Obra se llamó Mort Cinder, y hoy en día se la reconoce como una de las posiblemente diez mejores de la historia del género.
Se ha escrito mucho sobre ella, pero el detalle más evidente a veces es el menos visible. Mort Cinder no es un inmortal como se ha dicho. Precisamente es todo lo contrario. Es un hombre que muere, que no deja de morir
(y le trastorna, duele y modifica, cada muerte), y que no puede dejar
de sufrirlo. Mort Cinder es alguien que ha perdido la condición que
limita al hombre: la posibilidad de acabar un día. Pero no es inmortal, aunque perdure. Mort, muere. Cada una de sus resurrecciones, penosas, lo ubica en otra instancia del discurrir del tiempo y del espacio terrestre.
Y Mort sirve de excusa a Oesterheld para narrar su original versión de
los hechos históricos o míticos tanto como de otros absolutamente
ficcionales. Lo que no le quita valor a ninguno de ellos: en cada uno
HGO descolla, se maneja con precisión, nos enlaza a cada una de las
circunstancias de tan variados personajes. Con cada nuevo capítulo nos
ahorra el dolor del personaje, y pasa a ser directamente la situación
del narrador y del que escucha lo más frecuente. Esto es: Mort le cuenta
algo a Ezra, algo que vivió. Va directo al grano: el hecho tal cual le
sucedió al personaje. A veces la fórmula varía levemente: el narrador
Mort y el escucha Ezra “van” a ese momento de la historia como si se
pudiera a voluntad – la de Mort, claro- llegar a ese tiempo y lugar.
Ezra narra en ocasiones y su voz transmite al lector las dudas
necesarias para el desarrollo moroso del relato, hasta la expectativa
colmada – y a veces sorpresiva, no siempre -, del final de cada
historia. En este sentido, es interesantela
perspectiva observada por Mariano Chinelli sobre el posible origen de
tan variados recorridos por el tiempo y el espacio. Mort Cinder es a su
modo, el mismo Eternauta, que observa y/o interactúa con distintos
personajes en muchas épocas históricas. Para el caso citado por
Chinelli, podemos tomar como ejemplo a las clarísimas e indiscutidas
historias pertenecientes a la saga eternáutica de Hiroshima y Pompeya.
Esas que muestran a Juan Salvo como el espectador de esos
acontecimientos. Es interesante esta visión de Chinelli, que él mismo
está desarrollando al momento de escribir esto (nota de Rebrote: esta nota fue escrita y publicada en octubre de 2004):
Juan Salvo no tenía por entonces un sitio para contarnos sus viajes
espacio-temporales, sus angustiosas peripecias y desventuras, en la
cuales se aventurara gritando los nombres de su esposa e hija
desaparecidas. Por lo tanto, siempre siguiendo a Chinelli, las historias
que hoy conocemos como de Mort Cinder bien podrían haberse pensado
originalmente para que las viviera el Eternauta, esas “semillas” o
“carozos” que podían desarrollarse, como bien explicara una vez H. G.
Oesterheld.
La trama.
En
el primer episodio donde aparece Mort (obviando el inicial del
protagónico absoluto de Ezra), Oesterheld nos describe con detalle estas
circunstancias de muerte-resurrección, con Mort al extremo de pedirle a
un asustado Ezra que lo mate, que le clave el puñal para poder escapar
de los hombres del profesor Angus. Este es un personaje prototípico de
las historias anglosajonas en las cuales un científico trastornado
realiza esfuerzos denodados y hasta absurdos por conseguir el dominio
del mundo. Angus ya conoce a Mort y a sus mecanismos de escape, sus
resurrecciones, y por eso planea atraparlo cuando recién esté
despertando. Esto es: ambos personajes (Mort y Angus) tienen un pasado
común, cercano y para el lector, enigmático por lo desconocido(y de
hecho, jamás escrito). Vencido Angus, en los siguientes capítulos
Oesterheld desarrolla historias pequeñas en la anécdota pero con mucha
sustancia: el escape de una prisión y la búsqueda de un botín escondido,
la penuria de un barco negrero, el esclavo que asiste al final de la
Torre de Babel y al comienzo u origen de todas las lenguas actuales; el
acto de cobardía de un joven en la Primera Guerra Mundial y su redención
por el amor materno; otro amor: uno inmenso e interestelar que lleva a
un extraterrestre al sacrificio supremo en “La Tumba de Lisis”; la
heroica defensa de las Termópilas y el absurdo de la guerra junto al
valor y el coraje del hombre, entre otras pocas historias más. Que rozan
lo fantástico y la ciencia ficción junto al – por qué no – realismo
mágico como en el episodio del vitral incaico que domina a Ezra.
Felipe Ricardo Ávila
Octubre de 2004
No pueden No tenerlo.
ENLACES/FUENTES:
http://rebroteorganizandoeventos.blogspot.com.ar/search?q=mort+cinder
Google
http://artearjo.blogspot.com.ar/2010/09/hg-oesterheld-y-breccia-mort-cinder.html
http://comicswithoutfrontiers.blogspot.com.ar/2011/11/hg-oesterheld-alberto-breccia-mort.html
http://otroblogsada.blogspot.com/2011/04/mort-cinder-de-hg-oesterheld-y-alberto.html
http://www.taringa.net/posts/imagenes/14309702/Cuando-la-historieta-es-arte.html