miércoles, 18 de julio de 2012

El Bebe de Rosemary / Rosemary's Baby (1968) - Director: Roman Polanski

El bebé de Rosemary (1968) fue una de las primeras películas que tocaron el terror sobrenatural como algo subyacente en nuestro mundo cotidiano. También fue la primera película en inglés del director Roman Polanski, y componente, junto con El exorcista (1973) y La profecía (1976), de lo que se conoce como la Santísima Trinidad del cine con el Diablo como protagonista (el término es contradictorio, lo sé). Sin embargo, más allá de su temática, la verdad es que muy poco tiene que ver esta cinta con las dos anteriormente mencionadas. Mientras que las de William Friedkin y Richard Donner son cuentos de horror en todo el sentido de la palabra, El bebé de Rosemary es un thriller de cocción muy lenta en el que se nos oculta casi todo, jugando más bien con el miedo a lo que no vemos y a la paranoia que se forma en el espectador a lo largo de las vicisitudes de la frágil Rosemary Woodhouse. En este sentido, la película forma una trilogía perfecta con otros dos terrores de apartamentos dirigidos por Polanski: Repulsión (1965) y El inquilino (1976).

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Basándose en la novela de Ira Levin, la película (que está producida por un atípico William Castle) comienza cuando Rosemary (Mia Farrow) se muda junto a su joven esposo Guy (John Cassavetes) a un gigantesco edificio de apartamentos. El sitio que han conseguido es una auténtica ganga, un inmueble enorme que está disponible gracias a la muerte de su dueña. Esta apacible mudanza, hecho cotidiano como pocos, tiene sin embargo un detalle siniestro que en un principio pasa inadvertido: un pesado mueble ha sido colocado bloqueando la puerta de un armario. Sin embargo, nada parece salirse de lo normal, hasta que Guy, actor de poca fortuna profesional, entabla amistad con los Castevet, sus senectos y excéntricos vecinos que van mostrando cada vez mayor interés en su vida y en la de la frágil y sumisa Rosemary.

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Una de las cosas más interesantes de la película es que está narrada en su integridad desde un solo punto de vista. En ningún momento el espectador ve o sabe algo que no vea o sepa la propia Rosemary, y eso precisamente hace crecer la sensación de que la mayor parte de la trama se va tejiendo a nuestro alrededor sin que nosotros lo sepamos. En este sentido Mia Farrow está clavada como el ama de casa vulnerable y hasta un tanto ingenua que poco a poco se deja envolver por este misterio (esto me hace preguntarme, además, si no habrá cambiado un poco la reacción del público ante el personaje a lo largo de los años: Rosemary se muestra tan sumisa y con tan poco carácter que no es de extrañar que a muchos hoy en día les parezca algo cargante). Como sucede con casi todo el cine de Polanski, la trama se resuelve lentamente sin una predominancia de intensidades dramáticas o de acción, aunque es innegable que en, el caso que nos ocupa, la historia va en un casi continuo crescendo hasta su ya clásico clímax. Asimismo, el centro neurálgico de la película bien podría ser esa larga secuencia onírica en la que Rosemary participa del principal meollo de la trama.

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El bebé de Rosemary es, asimismo, una de las películas que mejor ha retratado el oscuro pero fascinante mundo de la brujería y el ocultismo, lo que ha dado lugar a un buen puñado de leyendas y rumores acerca de su realización (1). Este retrato está logrado no sólo a través de su historia, sino también gracias a ese enorme y misterioso edificio en el que transcurre casi la totalidad de la acción. Lejos del ambiente gótico y "oscuro" que suele impregnar este tipo de tramas, la cinta de Polanski traslada el misterio sobrenatural a un ambiente urbano luminoso, familiar y cotidiano, lo que hace que el contraste con el final sea aún más contundente.

Decir que ya no se hacen películas como esta no es simplemente un acto de esnobismo cinéfilo. Ni siquiera el propio Polanski lograría repetir con tanto acierto la fórmula que hizo de esta cinta un clásico por mérito propio. Prácticamente todos los que visiten esta página seguro la habrán visto, pero si no es así, entonces su visionado es más que recomendable: es obligatorio (2)


(1) Uno de los más conocidos es aquel según el cual Anton LaVey (fundador y líder de la Iglesia de Satán y autor de la "Biblia Satánica") participó como asesor técnico de la película e incluso llegó a interpretar el "papel principal" en la secuencia onírica de Rosemary. Este rumor resultó ser, evidentemente, falso.
(2) Por cierto, la película también es famosa por ser la más desgraciada víctima de los traductores españoles de títulos, que no solamente le otorgaron uno que resultaba horrendo (y que no repetiré aquí) sino que además revelaba el mayor misterio de la trama. Hoy en día todos conocen dicho misterio, pero para ese entonces no era así. A manera de venganza, he decidido colocar el título literal (y mucho más apropiado) con el que se conoce la cinta en Hispanoamérica.



El bebé de Rosemary y sus dos interpretaciones

26-may-2010 por Mónica Elena Cárdenas Mejía

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La película que llevó a Roman Polansky a la gloria y a la tragedia.
Roman Polansky es, en sus propias palabras, un agnóstico, razón por la cual producir El bebé de Rosemary (Película basada en la novela de Ira Levin) requirió para él un gran reto: debió mantenerse firme a sus creencias al tiempo que mostraba una versión fantástica. La cuestión es ¿Qué ocurre en el filme y hacia qué tendencia se inclina?

Las dos interpretaciones

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Existen dos interpretaciones en la película de Polansky.
  • La primera se reduce meramente a una versión científica: Rosemary (Mia Farrow) sufre un embarazo complicado que le provoca alucinaciones. Tolo lo que ocurre, por más extraño que pueda parecer, tiene una explicación natural, aunque se trate de una simple coincidencia.
  • La segunda interpretación es una versión que va más allá de la ciencia y deja por sentado que Rosemary da a luz al Anticristo, tras haber sido poseída por El Diablo con la ayuda de sus vecinos y su esposo.

 

El bebé que no se mostró, el juego de lo oculto

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De acuerdo a entrevistas, Polansky asegura que la decisión de no mostrar al bebé da la posibilidad de la duda y permite que él se mantenga firme a su postura. Entonces, ¿Cuál de las dos versiones predomina? ¿La que concierne a la ciencia, o la explicación religiosa? Es posible que el mismo Polansky no haya presentado los elementos necesarios para que la versión científica sea más imponente que la otra, por el contrario, su fundamento es débil debido a que tanta coincidencia se vuelve tan irracional como la existencia del hijo del diablo.

El matrimonio entre Rosemary y Guy no es tan problemático como para provocar un embarazo complicado con alucinaciones; así mismo, el interés de los vecinos resulta un tanto sospechosa con la recomendación del médico personal, la preparación de los brebajes y la sustancia mohosa que cuelga del dije de Rosemary.
Es cierto que existen elementos que suponen que algunos eventos son objeto de sueños y alucinaciones de Rosemary: el mismo acto sexual con la figura del diablo está sujeto a esta explicación, al igual que la reunión en casa de los vecinos en la que Rosemary descubre a su bebé en la cuna negra. Sin embargo, es el rostro de ella lo que sugiere que su hijo no es un ser natural.

 

La contradicción de Polansky

Aún cuando Rosemary creía en Dios, negaba la existencia del diablo, consideraba que las ideas de los vecinos eran falsas y que lo único peligroso era su fanatismo ¿Por qué Rosemary alucinaría con un bebé cuyos ojos denuncian que es satánico?

Aunque mostrar al bebé hubiera podido ser más decepcionante para el público que no verlo, es este final de Polansky lo que sugiere que la versión religiosa es más fuerte y predomina por encima de las coincidencias: la ceguera de Donald y el coma de Hutch, la muerte de la joven recibida por los vecinos, entre otros detalles.

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Entonces, ¿Por qué Polansky no creó un final el que se sugiriera que todo es mentira? Porque la presencia del diablo es lo que da el giro a la historia y no puede, por tanto, ser eliminada tan fácilmente.
Es así como Polansky, al ceder tal importancia al elemento sobrenatural, se contradice a sí mismo y a su postura de que todo puede ser explicado a través de la ciencia.

 

Del cine a la realidad, el asesinato de Sharon Tate

Rosemary se convirtió en uno de los grandes clásicos del cine de terror; sin embargo, el estreno del filme, en 1968, generó gran controversia debido a la temática y a la relación que guardaba con los crímenes de Charles Manson. Polansky fue entonces sospechoso de practicar el satanismo y las ciencias ocultas.

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El 9 de agosto de 1969, la actriz y esposa de Polansky, Sharon Tate, fue asesinada en su casa en manos de los seguidores de Charles Manson. El director estaba de viaja en Londres.

La noche del asesinato murieron también cuatro personas más que en ese momento estaban en la casa, incluyendo Abigail Folger, la hija de un millonario industrial y un conocido peluquero, Jay Sebring.
La escena del crimen ha sido una de las más macabras y sangrientas en la historia de Hollywood. En el momento de su muerte, Sharon Tate contaba con ocho meses de embarazo.

ROSEMARY'S BABY 1968

“Cinematically speaking, if stressful social times trigger in our culture the need for escapism as a coping mechanism, then such conditions must equally inspire the necessity of what can be best described as a shrouded emotional outlet: an avenue, concealed to the psyche, through which the fears and uncertainties of the times can be safely vented. In this manner the horror film has always been socially revealing.”   

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Rosemary's Baby: Child of the 60s:
Rosemary’s Baby was released in June of 1968. And as social climates go, one couldn't find a year more defined by stress, fear, and uncertainty than America in 1968. This was the year that saw Richard Nixon elected into office of President; the assassination of two American symbols of hope (Martin Luther King and Bobby Kennedy); U.S. involvement in the war in Vietnam escalate; and big cities and college campuses across the nation wracked by violent civil rights protests and heated anti-war demonstrations. Observed Los Angeles Times journalist Bettuane Levine: “It was a very bad year. Strikes, sit - ins and bloody riots dotted the land, as various groups sought their share of the pie. The result was a country in crisis, our cities in tatters, our dislocated lives punctuated by assassination, Cold War threats, nuclear terrors, and a general feeling that nothing would ever be the same again.”
Real-life Time Magazine cover, dated April 1, 1966, poses the unasked question that Rosemary's Baby's powerfully ambiguous ending  inspires.
For anyone endeavoring to make a horror film in the 60s, a seemingly insurmountable hurdle lie in determining what could possibly frighten an audience who had beamed into their homes, on a nightly basis via television, the real-life terrors of war; and who, through photo magazines like Life and Look, regularly confronted graphic evidence of a nation growing increasingly chaotic. What fictional monster could compete with the real-life horror that was modern America?   

Enter, Rosemary's Baby. Ira Levin's cannily plotted modern horror story about present-day witchcraft took classic gothic conventions and re-imagined them through the prism of an emerging new world view. A world in which castles, bats, cobwebs, and creaky doorways were no longer considered viable mechanisms of fear. A world that had moved beyond superstition and myth to worship at the altar of science and logic. Rosemary's Baby proposed that even in a world in which God and religion are deemed obsolete, there remain things that never die and primitive evils that no amount of civilization and modernization can eradicate.
Mia Farrow as Rosemary Woodhouse
John Cassavetes as Guy Woodhouse
Ruth Gordon as Minnie Castevet
Sidney Blackmer as Roman Castevet
Roman Polanski's uncommonly faithful film adaptation took Levin's narrative one step further. He  threaded the tale of a young bride's mounting certainty that a coven of witches has evil designs on her unborn child with both cultural subtext (is the dawning of the year "One" [1966] and the birth of the Antichrist on earth the true explanation for the world's escalating terrors?), and ambiguity (Polanski initially filmed, and later deleted, several scenes that distinctly confirmed Guy's involvement with the coven. An avowed atheist, Polanski wanted to make a film about witchcraft and Satanism that would play just as well as a psychological thriller about a pregnant woman suffering a paranoid breakdown). No matter how it's viewed, in Polanski's deft hands, Rosemary’s Baby proves to be an overwhelmingly persuasive allegory of social apprehension and the durability of evil.

What a diabolically clever plot: The living Devil born in a Manhattan apartment building (The notorious Bramford, portrayed externally in the film by the notorious Dakota, site of the tragic 1980 shooting death of John Lennon) to a lapsed Catholic, a woman of wavering faith, used merely as a vessel. This act signaling the end of God's hegemony and the beginning of a new, Satanic world order. Historically, this would place the birth of Satan on earth as occuring in 1966, the very year when things began to go violently "wrong" with society on a global scale. No wonder sixties audiences responded to the imaginary "order" this fantasy imposed on the chaos surrounding them.
Under the piercing scrutiny of Roman Castevet, Rosemary's friend, Hutch (Maurice Evans) grows suspicious when shown Rosemary's Tannis Root charm. 


WHAT I LOVE ABOUT THIS FILM:
Rosemary's Baby truly excels in its dramatization of the banality of evil. Though played for darkly comic effect, it's really rather jarring that the monsters in this contemporary horror film are harmless-looking little old ladies and men. Just the kind of colorless, ordinary people we as a society are so quick to dismiss. Imagine this film playing out in the "Don't trust anyone over 30" climate of the 60s, and you get a taste of just how subversively eerie Rosemary's Baby seemed when it hit the screens. Audiences accustomed to horror films as B-movie double-feature fare were disquieted when this major motion picture (which was intentionally shot to look as if it were a Doris Day comedy) with an art-house director and an A-list cast dared to make a horror film that took itself seriously enough to be truly frightening. 
 First Betrayal: Polanski has Cassavetes shield his face from the audience the first time Guy lies to Rosemary

In Rosemary's Baby Polanski depicts a world morally turned on its axis, and in keeping so much of its horrors unseen or unsubstantiated, orchestrates a slow, nightmarish transformation of all that is perceived as safe and familiar in our culture into that which is dangerous and sinister. As a cleverly constructed parable of 60s unease, Rosemary's Baby captured the imagination of the country (It was one of the top money-makers of the year) by providing some much-needed cathartic release.
The security and sanctity of marriage as an illusion.
Expectant mothers, in their vulnerability, make for deeply unsettling targets of danger.
Can patriarchal figures of authority (Ralph Bellamy as Dr.Sapirstein) betray us?

PERFORMANCES:
When trying to come up with words to adequately express my admiration for Mia Farrow's performance as Rosemary, my vocabulary proves grossly inadequate. From the moment she appears onscreen she exhibits a vulnerable credibility that anchors the film in an emotional reality necessary to make the horror fantasy work. She's no genre heroine moved about like a chess piece for the sake of furthering the plot. At every instant the actions of Farrow's Rosemary are rooted in something psychologically authentic. It ranks with Faye Dunaway in Bonnie and Clyde and Jane Fonda in They Shoot Horses, Don't They? as one of the best performances by an American actress in the 60s.

THE STUFF OF FANTASY:
As he proved with his psychosexual thriller, Repulsion (1965) Roman Polanski is expert at conveying, in cinematic terms, the fluid, distorted quality of dreams and the reality-altering effects of paranoia. He handles Rosemary's Baby's pivotal "nightmare" sequence with virtuoso skill.
They didn't refer to this as the "nightmare sequence" for nothing. At age 11, this scene nearly traumatized me.

THE STUFF OF DREAMS:
Rosemary's Baby wasn't the first film I ever saw, it just feels that way. At 11 years old, it was the first film to ever make an indelible impression upon me. I never forgot it. Part of this was due to the fact that it was absolutely THE most frightening film I had ever seen and was responsible for innumerable bad dreams and a reluctance to enter dark rooms for months thereafter;  but mostly it was because Rosemary's Baby was, and is, a small masterpiece.
The scene that made me jump the first time I saw the film (and still makes my blood run cold!)
A horror film that plays fast and loose with the conventions of the genre, blending elements of the psychological thriller and paranoid social drama. Beautifully shot, well-written, superbly acted, and above all, smart as a whip. At no time during Rosemary's Baby do you ever lose the feeling that you are in the hands of a man who knows exactly what he's doing and eliciting from you precisely the response he wants you to have.
It is a film of solid assurance in every aspect.
Rosemary's Baby is the Citizen Kane of horror films. To this day, some 40-plus years after its release, I find it one of the most remarkable and consistently satisfying films I've ever seen.

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ENLACES/FUENTES:
http://arkitiriteros.blogspot.com.ar/2011/05/de-terror.html
http://cranesareflying1.blogspot.com.ar/2011/11/rosemarys-baby.html
http://cytvhd.blogspot.com/2012/07/rosemarys-baby-1968-blu-ray-usa.html
http://horasdeoscuridad.blogspot.com.ar/2007/04/reseas-el-beb-de-rosemary-1968.html
http://lecinemadreams.blogspot.com.ar/2011/09/rosemarys-baby-1968.html
http://metroclassics.blogspot.com.ar/2011/09/links-rosemarys-baby.html
http://plqhq.blogspot.com.ar/2012/06/sharon-y-roman.html
http://postermountain.blogspot.com.ar/2012/01/by-popular-demand-lost-silkscreen.html
http://pyxurz.blogspot.com.ar/search/label/Rosemary%27s%20Baby
http://suite101.net/article/el-bebe-de-rosemary-y-sus-dos-interpretaciones-a17773
http://tambienlosenanos.blogspot.com.ar/2012/05/ensayo-de-lectura-sobre-el-bebe-de.html
http://welcometoclubsilencio.blogspot.com.ar/2012/01/obscure-beauty-rosemarys-baby-1968.html