jueves, 12 de julio de 2012

De otros blogs: Verdad, Inteligencia y Sapiencia

Rescato este material de http://www.memiliano.com.ar/ .

Estuve pensando qué pasaría si los grandes filósofos de la historia de la humanidad vivieran hoy día. Sofistas, pre-Socráticos, Sócrates, Platón, Aristoteles, San Agustín, Santo Tomás, Descartes, Hegel, Marx, Kant, Nietzsche, Wittgenstein, Heidegger, Sartre, Foucault, entre innumerables otros personajes. La gran mayoría de ellos (por no decir todos) estuvieron en búsqueda de algo sumamente importante para poder construir sus pensamientos, algo que de faltar en sus conceptualizaciones carecerían de sentido y consistencia: la verdad.
Entonces, resulta comprensible que si vivieran hoy buscarían la verdad en el lugar en donde todos nosotros buscamos la respuesta a todas nuestras preguntas: internet.
Me imagino a Platón buscando en Google "la verdad". Algo torpe, frente a la computadora, tipeando de a una tecla, esto no necesariamente tendría que ser así, pero por alguna razón es la imagen que se me viene a la cabeza. Antes de ponerse a pensar, perdón, antes siquiera de pensar en que tiene que empezar a pensar para buscar la verdad, él tan solo la buscaría en internet.

Pero pensamos un poco qué es la verdad. Como concepto no queda claro qué es verdad, por tanto "la verdad" no es verdad, es más bien mentirosa. Verdad quiere decir lo opuesto a la mentira, sin embargo la verdad es una mentira, justamente porque no hay un concepto justo y absoluto (ni relativo) de verdad. Definir verdad como "algo verdadero", no sólo es redundante, sino estúpido.
Es decir, ¿hacia dónde se dirige la verdad? ¿Qué cosa es más verdadera que otra?
Con todo esto sólo quiero dirigirme a pensar en que la verdad, solo es tal, dentro de un determinado contexto. Sin ese contexto que la engloba no sería verdad, y quizás por eso tal vez sea uno de los pocos conceptos vacíos de nuestro vocabulario, sin embargo la usamos cotidianamente porque, digamos la verdad, la necesitamos para dirigir nuestro discurso y ser coherentes.

Volvamos al viejo filósofo que se quedó en Google buscando la verdad. Pues bien, no la encontró. De hecho, existen demasiados periódicos que se llaman así, aparece el resultado de wikipedia, entre otros que llevan a artículos en donde se la define y redefine, se le da forma y se la moldea para que entre de prepo en el diccionario.
Pensé en los filósofos porque siempre estuvieron en busca de la verdad (tal vez corresponda hablar de epistemología, aún así) y serían de los pocos que no podrían darle gran utilidad a internet, aunque tal vez se diviertan actualizando su estado en Facebook:

Platon Descartes Facebook

Por otra parte, hace rato tengo en la mente y dando vueltas, la mejor respuesta a "¿Para qué sirve la filosofía?" que escuché de Tomás Abraham (un increíble filósofo argentino) que la tomó de otro filosofo que no recuerdo, ironicamente intenté buscarlo en Google pero no tuve suerte; en fin, él dijo que: "La filosofía sirve para pensar, pensar sirve para vivir, vivir sirve para... ...Eso te lo dejo a vos."
Me parece una respuesta sencillamente genial.

Como todo tiene que ver con todo, antes de comenzar a escribir este post me pregunté ¿quiénes fueron los eternos buscadores de verdad? Los filósofos, seguramente. Luego serían los científicos, pero se me hacía mucho más aburrido pensar en un científico buscando algo en internet, así que...
Entonces, y casi sin querer, ahora llego a esta conclusión: si esos filósofos tendrían internet no pensarían, ni buscarían pensar, pues todo lo encontrarían en internet. Y si a eso le sumamos todos los bonitos programas que hay en televisión...
¿A quién se le ocurriría pensar? Ridículo.


Inteligencia Homer Simpson HumorA raíz del post anterior me surge esta pregunta: ¿Hay que pensar para ser inteligente?
Vaya, me he hecho preguntas estúpidas, pero como esta, vamos... Debe ser hasta estúpido para mi preguntarlo. Pero dejemos de lado la pregunta y vayamos a responderla (no tengo idea por qué hablo en primera persona del plural, después de todo estoy solo)

El pensamiento se define como: "actividad y creación de la mente; dícese de todo aquello que es traído a existencia mediante la actividad del intelecto." (Wikipedia) Es una definición muy fuerte y más que válida.
El intelecto en este caso se asimila a entendimiento, que se define como: "facultad de pensar; el cómo y el dónde se produce el pensamiento..."
Inteligencia, por otra parte, es: "Capacidad para entender o comprender" y "capacidad para resolver problemas". La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como la percepción, o capacidad de recibir dicha información, o la memoria, o capacidad de almacenarla."

Dado todo esto se resume que la inteligencia es la capacidad de utilizar nuestro intelecto a favor de crear con nuestra mente y poder resolver problemas

Por tanto (y acá reside la cuestión) esta noción de inteligencia viene a chocar con lo que uno piensa rápidamente desde el sentido común. Y la noción de inteligencia del sentido común consiste básicamente en un conocimiento enciclopédico. Un tipo inteligente es aquel que "conoce muchas cosas".
Tanto el que "conoce muchas cosas" (desde el sentido común) como la persona "inteligente" (del concepto) tiene necesariamente que utilizar su memoria y por ende almacenar información. Además debe ser capaz de entender y resolver problemas.
Ahora, para ser inteligente hay que ser capaz de no discriminar contenido (o información), sino muy por el contrario absorber cualquier tipo de información, sin ningún filtro, con fines de obtener el mayor grado de capacidad para resolver problemas en un futuro. Y dado que la vida, tan bonita ella, se encarga de presentarnos los más diversos problemas. No habría forma de clasificar cuál es la información útil y cuál la inútil.

Dado esto, tenemos como primer punto que para ser inteligente no hay que discriminar contenidos.
Y eso es de idiotas.
Alguien inteligente, desde el vamos, debería tener que saber cuál es la información útil. Es poco inteligente no saber qué cosas son importantes y cuales no. Es más que sabido que no podemos almacenar toda la información que nos llega, cual disco rígido de una computadora. Una persona inteligente sabe esto, se le presenta como un problema, como los inteligentes resuelven problemas deberían poder sortear este obstáculo. La ironía se presenta cuando la única solución para este problema es discriminar contenidos. Vaya paradoja, el inteligente debe absorber cualquier contenido para ser inteligente, pero a la vez, por un límite natural, debe necesariamente "olvidarse" o discriminar ciertos contenidos, justamente, porque el problema es que no puede acumular todo tipo de información.

Esto está íntimamente vinculado con la calidad de información que deben manejar las personas inteligentes. No es lo mismo tener conocimiento de la farándula argentina que de física cuántica, no es lo mismo haber leído 500 libros que haber visto 500 telenovelas, quién diga lo contrario es porque sencillamente no es inteligente. La calidad de información que tiene en su poder alguien inteligente debe servir para poder resolver la mayor cantidad de problemas que se le presenten. Supongo que esa sería una buena forma de verlo.
Pero entonces se presenta esto otro: los problemas no tienen el mismo nivel de calidad y dificultad. Por tanto se desprende que alguien inteligente debería poder sortear los problemas más difíciles y complejos. Así tal vez, encontraríamos una forma justa de "medir" quién es inteligente y quién no.
Vale aclarar también que tanto uno como otro deberán enfrentarse a problemas sencillos o complejos, dependiendo de la vida de esa persona. Es decir, no necesariamente alguien inteligente se enfrenta solo a problemas difíciles de resolver. A su vez, es harto difícil clasificar los problemas por su nivel de dificultad. Dado el caso podría decirse que alguien inteligente quizás no podría saber el nombre del actor de una telenovela y alguien "no inteligente" (que sabe esa respuesta) quizás no sepa el nombre de ningún neurotransmisor.
Por lo pronto, estas clasificaciones serían muy superficiales y lábiles, pero tal vez necesarias para establecer un criterio. Dado que el problema de clasificar los problemas es complejo lo dejo acá, habría que ser inteligente para solucionarlo y servidor no está para esas cosas.

Yo, desde ya, no soy una persona inteligente. Sé muchas cosas, demasiadas (y esto lo digo con nada de humildad) he leído, visto, estudiado y aprendido muchas cosas, pero debido a mi pésima memoria recuerdo muy poco y conservo algunos vagos conceptos de lo que se. El no poder aplicar todo lo que supuestamente se para resolver problemas, me hace una persona no tonta, pero sí quizás "menos inteligente". (¡Vamos, no puedo autodenominarme en mi propio blog como un pelotudo!)

Dicho esto, entendamos por el momento que "resolver problemas" abarca todo, desde comprender algo, hasta explicarlo. De tener la capacidad para razonar cómo resolverlo hasta ponerlo en práctica, generalmente de cualquier tema que se trate. Y llegado el caso debería poder hablarse de inteligente "en tal" especialidad. Pero sobre esto también tengo mi recaudo, pues no se puede ser inteligente a menos que se tenga un buen conocimiento general.
Por eso quiero llegar al concepto de "sabio", que lo veo aún más elevado. Al "genio". Alguien como Freud o Einstein.

Pero eso en el próximo post.



Einstein lengua humorEl sabio es mucho más que un tipo inteligente. El sabio sabe. Y punto. Necesita de una gran base de conocimientos, necesita bastante de la inteligencia que puedan llegar a utilizar las personas verdaderamente inteligentes, ciertas certezas y conocimientos, cierta racionalización. Pero el sabio va mucho más allá que eso, él ve mucho más allá y piensa más allá de lo que puede pensar alguien inteligente. Si antes hablábamos de pensar y utilizar nuestros conocimientos para resolver problemas y así catalogarnos de inteligentes, el sabio se saltea todo eso. Él no solo intentará resolver problemas, sino que será también el que los plantee. En este sentido Galileo fue más allá que Aristóteles, Newton más allá que Galileo, Einstein más allá que Newton...
No solo debían pensar racionalizando, escarbando en sus conocimientos, para resolver los problemas que se les presentaban. Ellos debían crear conocimientos para resolver los problemas que los anteriores sabios le habían dejado.
Galileo debía despojar de su mente siglos enteros de física aristotélica. Matematizar la naturaleza, eso es un disparate que a alguien inteligente no se le ocurre pensar, eso se le ocurre a un sabio.
No basta tan solo pensar, se habla también de "crear con la mente" el proceso de pensar, pero para mí va más allá de eso, el sabio "inventa con la mente" (no encuentro un mejor término para definirlo)
Él no podría con sus conocimientos por sí solos crear nada. Él debe inventar un nuevo punto de vista sobre las cosas, tiene que haber un poco de "locura moderada", debe despojarse de ideas preestablecidas que resuelven problemas preestablecidos. Escapa de su lógica contemporánea, debe hacerlo.

Justamente debe descuartizar ese término tan preciado por los mortales de ser "normal". El sabio no es "normal", no puede serlo. Alguien inteligente puede ser "normal", entraría en esa categoría absurda, después de todo la sociedad avala que alguien con muchos 10 en sus exámenes sea "normalmente inteligente". El sabio quizás se saque 10, quizás no. Pero él sabe cómo resolver problemas, puede pensar más allá de su inteligencia (o lo que es lo mismo su bagage de conocimientos)

Creo en definitiva que son los sabios los que marcan los rumbos en el saber humano o en sentido más amplio, los que provocan los "cortes epistemológicos". Son los grandes "cuestionadores", con sus errores y aciertos. Pues demás está decir, sin errores no hay aciertos.
Cabe aclarar que no pretendo que este "pensar más allá" parezca un sexto sentido o algo místico. Me gustaría entenderlo como una muy buena forma de pensar desde cero, sin prejuicios, así tenga que tirar por la borda toda su inteligencia y plantear o decir algo estúpido. Sin temores, buscando nuevas soluciones a nuevos problemas, en el cambio constante.

Para terminar con estos temas, que fueron tratados totalmente de forma subjetiva, sin consultar ninguna bibliografía y desde mis más profundos desvaríos, concluyo mi impotencia expresiva con una frase de un sabio francés:

  • "Pero este proyecto es penoso y difícil y cierta pereza me arrastra insensiblemente al curso de mi vida ordinaria"

    René Descartes — Meditaciones metafísicas

ENLACES/FUENTES:
http://www.memiliano.com.ar/2010_08_01_archive.html
http://www.memiliano.com.ar/search/label/Situaciones